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Medio ambiente

Señor director:
Derramar desechos y sustancias contaminantes en los ríos Ozama, Isabela y en el litoral del mar Caribe constituye una amenaza para la salud de los munícipes del Gran Santo Domingo que las autoridades deben encarar más temprano que tarde.

En ocasión de la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, en modo alguno debe pasar desapercibido una mala práctica empresarial que aunque forma parte de la cotidianidad, sin duda alguna es una amenaza latente para la salud ambiental y la sana vida de los capitalinos.

El sector empresarial debe hacer conciencia e instalar plantas de tratamiento para evitar este mal, de lo contrario las autoridades deben disponer multas y canalizar sanciones ante los organismos jurisdiccionales a quienes de manera alegre violan los derechos colectivos y de medio ambiente consagrados en la Constitución y en la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Durante el inicio de una jornada de siembra de diferentes especies de árboles endémicos en todo el perímetro de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), como vicedecano de la Facultad de Humanidades he querido llamar la atención sobre los desafíos para el medio ambiente.

Encabezamos la jornada de siembra de Rosa de Bayahíbe y Caoba, flor y árbol nacional del país, respectivamente, con el Departamento de Ornato de la UASD, con el auspicio del Jardín Botánico Nacional, en la persona de su director, doctor Ricardo García.

Con la jornada de siembra de árboles inicia una nueva era para apadrinar la Facultad de Humanidades que deberá extenderse por toda la sede central de la UASD, sus recintos, centros y subcentros, pues existe un marco legal suscrito entre la Universidad y el Jardín Botánico para la siembra de distintas plantas que contribuyan a reforestar la academia estatal.

En ese sentido, el Jardín Botánico facilitará todas las plantas que necesita la UASD para reforestar, al tiempo que se iniciará un proceso de rotulación para identificar las distintas especies sembradas, de modo que se tenga un criterio para su manejo y tratamiento.

Atentamente,

Augusto Bravo Mena

El Nacional

La Voz de Todos