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Cartas de los lectores

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Caos en el tránsito

Señor director:
Los dominicanos lidiamos desde hace muchos años con el caos del tránsito, problema que socava nuestra tranquilidad debido a las preocupaciones que genera, no sólo a los que tienen sus vehículos, sino a las humildes personas que tienen una motocicleta o que hacen uso del transporte público de pasajeros.
La ausencia de medidas efectivas de parte de las autoridades en el sector transporte nos ha llevado a que cada persona busque la forma de agenciarse un medio de transporte, incrementando el desorden que se vive a diario en el Distrito Nacional y demás provincias del país.

La cantidad de vehículos vendidos cada año en el país, las motocicletas, las destartaladas guaguas y carros del transporte público, más la inconsciencia de conductores y peatones nos muestra que vivimos en tierra de nadie, donde se impone la ley del más fuerte o el más aguerrido.

De no imponerse a tiempo las medidas para retomar el orden en este sector, seguiremos pagando el alto costo de miles de motoristas accidentados y de otros tantos que pierden la vida, daños a vehículos que afectan los bolsillos de los propietarios y sobre todo plantea la inseguridad que vivimos cada día al transitar por las calles y avenidas.

En este sentido, es evidente que para resolver esta situación se necesita la voluntad de las autoridades para enfrentar el problema que nos afecta a todos; sin esta no sería posible.

Es tiempo de que el Estado dote al país de un buen sistema de transporte, para que la población pueda contar con este servicio, elimine las deterioradas motocicletas, autobuses y carros del concho y establezca reglas claras.

El pasado mes de febrero fue promulgada la Ley 63-17 de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, la que supone una serie de cambios profundos en este sector, pero el Gobierno que trabaja en la aplicación de la misma, debe estar claro en que si una legislatura no es acompañada de la disposición para su aplicación, está condenada al fracaso, algo que sucede a diario en República Dominicana.
Los dominicanos en su mayoría gentes humildes, honradas y trabajadoras merecemos vivir en paz, tanto en este aspecto como en otros.

Atentamente,
Christian M. Oviedo M.

El Nacional

La Voz de Todos