Opinión

Cartas de los lectores

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El tema haitiano

Señor director:
El tema de la inmigración haitiana fue el principal seleccionado para ser reintroducido y apuntalado y lograr con esto que se olvide la creciente lucha que se venía llevando a cabo contra la corrupción e impunidad, expresada principalmente contra la empresa Odebrecth acusada de sobornos, sobrevaluaciones y financiacion ilegal de campaña.

Hoy los pseudos patriotas y nacionalistas pretenden parapetarse con un falso sentido de amor a la patria, que no es más que el peor de los sentimientos xenófobos; el racismo, que es una segregación o discriminación solo por el color de la piel.

Haití no tiene ni ejército ni fuerzas armadas, por lo cual, la mal llamada invasión es solo un mito y una leyenda urbana. Da mucha pena que hasta algunos “progresistas” se dejen embobar y se conviertan en tontos útiles de las élites políticas y económicas cuando arremeten contra los haitianos. Las migraciones son tan viejas como la humanidad, y se emigra por razones económicas, laborales, políticas, de estudio, de amor, etc.
La única salida que presenta el gobierno es deportar, mientras los guardias lo dejan pasar de nuevo por una buena suma económica. El gobierno nunca ha tomado en serio adoptar medidas reales que garanticen la seguridad de la frontera dominicana pues se beneficia del negocio y el desorden.

Las élites económicas y políticas se benefician de la crisis fronteriza, que ellos mismos generan, pues ellos traen la mano de obra barata haitiana y el gobierno engendra y promueve el desorden en la frontera dominico haitiana.

La campaña nacionalista no es más que uno, de tres elementos, que sirven de distracción perfecta para que el gobierno supere la gran presión de calle que se venía desarrollando por derrotar la corrupción y la impunidad.

Quienes nos cobijamos bajo las ideas progresistas y revolucionarias no debemos caer en la trampa del gobierno y distraer nuestra atención en estos temas, pues esa es la estrategia gubernamental.

Eso no quiere decir, que abandonemos la lucha por la no explotación de la mina de San Juan, pues este gobierno está ahogado económicamente, y si bajamos totalmente la guardia podría explotar el oro, aunque destruyan las tierras productivas y media población de San Juan se enfermen o mueran.

Llamo al pueblo a no dejarse distraer, ni confundir pues, este año será de lucha cívica, democrática y de masas, pero, sobre todo de luchas en las calles, de acción directa.

Atentamente,

Grabiel Sánchez

El Nacional

La Voz de Todos