Opinión

Catalejo

<P>Catalejo</P>

Es una práctica de la derecha, de sus gobiernos y del imperio, cooptar a los dirigentes más “frágiles” de la izquierda, del movimiento sindical, juvenil, feminista, popular… para desmoralizar y debilitar sus organizaciones. Algunos pasan a integrar la élite que gobierna, como premio a su deserción.

Por el contrario, a los que no se doblegan ante su poder los presentan como inadaptados sociales, desfasados, delirantes, partidarios del absurdo y la utopía. Se trata de guerra ideológica y psicológica.

Órganos del Estado a sus servicios han designado “analistas” para los contenidos de libros, periódicos, revistas y medios electrónicos de comunicación; les dan un seguimiento especial a sus “adversarios” de izquierda.

A los que consideran “peligrosos” por las ideas que sustentan, contrapuestas a la labor de los tanques pensantes o “think tanks”, escarban en su pasado y espían cuidadosamente sus actividades.

Los tanques pensantes que les sirven hacen la guerra de la palabra, de las ideas, del pensamiento… con bastante éxito, dada la supremacía de su poder y los distintos medios con que cuentan.

Han formado redes de comunicadores e “interactivos”, articulados a sus organismos de inteligencia (nacionales y del imperio), así como de otras estructuras del Estado, para manipular y confundir.

Siguen con atención el trabajo “cotidiano y gris” de las organizaciones sociales y políticas (liberales o de izquierda) que resisten sus embates, para destruirlas; se esfuerzan en bloquear cuanto se proponen

El objetivo de los que detentan el poder, bajo tutela de EEUU, es desarticular la lucha político-social e impedir el cambio de rumbo del país, hoy bajo su control. En otras palabras, impedir que se encienda la mecha del barril de pólvora.

 

El Nacional

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