Opinión

CATALEJO

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3 de 4En 1962, Irving Bieber rechazó la teoría freudiana de la bisexualidad psíquica normal y argumentó que la heterosexualidad es la norma biológica de los mamíferos, incluida la especie humana y precisó que la homosexualidad sería secundaria a “miedos a la función heterosexual, generados a partir de experiencias vitales desfavorables.

La contradicción entre ambos investigadores es más que interesante. Mientras Sigmund Freud defiende la “homosexualidad latente” en los heterosexuales, Bieber postula que todos los homosexuales son “heterosexuales latentes”.

El desarrollo de la endocrinología y la genética modernas han permitido exploraciones en el sentido de las causas de la homosexualidad en esos renglones, orientada a esa condición en el sexo masculino.

En 1952, Kallman estudió 85 homosexuales gemelos y en los 40 pares monocigóticos alcanzaba un 100% en los índices de homosexualidad. Esos hallazgos no han sido ratificados por ningún otro investigador.

Hasta hace unas décadas, los estudios hormonales no habían reportado diferencias significativas entre los homosexuales y los controles heterosexuales seleccionados para esos fines.

Posteriormente, Loraine y colaboradores comunicaron el hallazgo de niveles anormalmente bajos de testosterona urinaria en homosexuales exclusivos, contraste con las cifras normales de los controles.

La teoría más prevalente, según Bieber y colaboradores, sería la constelación parental compuesta por un padre hostil y distante y una madre seductora que domina y minimiza a su marido.

 Freud había defendido en 1905 en “Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad”, que los hombres con padres débiles o ausentes y madres frustradas “eran más propensos a convertirse en homosexuales”.

El Nacional

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