Opinión

CATALEJO

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El drama del suicidio

 

La conducta suicida es en sí misma agresiva, cuyo fin es la obtención de la muerte mediante un acto de autolesión y el propósito deliberado de autodestrucción. Los suicidas de sexo masculino utilizan los llamados “métodos duros” y lo de sexo femenino los “métodos blandos”.

Los hombres se suicidan de una relación de dos a cuatro veces más que las mujeres. No obstante, éstas lo intentan dos veces más. Es más frecuente en solteros que en casados y tiene mayor frecuencia en medios más densamente poblados.

Según la OMS, cerca de tres mil personas se suicidan cada día, y otras 60 mil intentan hacerlo. Cada 40 segundos, un ser humano se quita la vida. En los últimos 50 años el suicidio se ha incrementado en un 60 por ciento, sobre todo en el Tercer Mundo.

Se habla de suicidio cuando una persona actúa de forma deliberada para alcanzar la muerte; si logra sobrevivir es un “intento suicida”; si lo intenta y no logra hacerse daño, se trata de un gesto suicida.

El suicidio se encuentra entre las diez primeras causas de muerte en el mundo y es28tá vinculado a la drogo-dependencia, alcoholismo, melancolía, depresión, esquizofrenia, enfermedades invalidantes, terminales y desamparo económico-social.

El 90 por ciento de los pacientes deprimidos profundos tienen ideas y fantasías suicidas o asocian la muerte a familiares o a personas queridas. El 80 por ciento amenaza con suicidarse y el 70 por ciento comete actos o intentos suicidas leves o graves.

En nuestro país se incrementa el suicidio, y preocupa mucho el colectivo o ampliado; por ejemplo, cuando el suicida le ha quitado la vida a un vástago en el mismo acto (“para no dejarlo solo en la vida”). Su prevención es una responsabilidad de Salud Pública y otras dependencias del Estado.

El Nacional

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