Opinión

CATALEJO

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No perder la marcha

Este domingo puede marcar el punto de partida de un vasto movimiento para enfrentar la corrupción y la impunidad en la República Dominicana, si como se pronostica la marcha que se realiza hoy contra esos desafueros recibe el respaldo suficiente como para ser considerada un contundente plebiscito nacional.

Marchar este domingo es un deber ineludible, de reafirmación de las luchas por la equidad, la decencia y la democratización; un excelente ejemplo a la sociedad, expuesta a tantas distorsiones desmoralizantes.

Sobran los motivos para manifestarse de forma masiva, dados los grandes daños que los corruptos han infringido al país, los cuales no se limitan al aspecto económico, sino que tocan lo social y ético-moral.

Y consigo, un obsceno manto de impunidad para los mayores responsables del dolo y el caos, su institucionalización e impacto negativo en el tejido social, en particular en toda la administración pública.

No debemos perder la marcha, sobradamente legítima y necesaria contra la corrupción que profundiza la pobreza y las desigualdades económico-sociales, colocando al país entre los más saqueados de la región.

El PLD, quien ha gobernado algo más de 16 años, ha sufrido la metamorfosis de partido político a corporación económica a expensa del patrimonio público, agravando a su paso los males del pueblo dominicano.

Ha incrementado su poder político sobre la base de enriquecer a sus dirigentes, para blindarse con su fuerza económica y el control de los poderes públicos, estructurando una dictadura institucional.

El avasallamiento es tal, que los gobiernos peledeistas han logrado la indiferencia y el mutismo de muchos frente a tanta podredumbre, por lo que deben recibir de nuestro pueblo una lección inolvidable.

El Nacional

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