La Asociación Latinoamericana de Diabetes (ALAD), institución fundada en el 1970 en el marco del VII Congreso Internacional de Diabetes en Buenos Aires, Argentina, motivada por las inquietudes de muchos de sus miembros en toda América Latina, ha dado a conocer su posición en relación a las células madres como alternativa de tratamiento para la diabetes que actualmente se promueve en algunos de nuestros países, documento que consideramos de interés reproducir y que usted encuentra en su página web: www.alad-latinoamerica.org cito:
La Asociación Latinoamericana de Diabetes ALAD-, manifiesta su preocupación y alerta por la proliferación de productos supuestamente derivados de “células madre suizas”, que prometen curar definitivamente la diabetes, y que son comercializados a través de internet por personas inescrupulosas que se aprovechan de la falta de información acerca de los aspectos científicos de la diabetes, en la población general.
Para empezar, no se ha comprobado que la terapia con células madre permita revertir la diabetes tipo 2, y varios de los estudios para su evaluación en diabetes tipo 1 se encuentran aún en curso. Mucho más Importante, estos productos no cuentan con aprobación de las entidades reguladoras de los diferentes países para su uso seguro en humanos, ni mucho menos en pacientes con diabetes; y la composición exacta del preparado es desconocida.
Para que un medicamento u otro tipo de terapia sea considerado seguro y eficaz debe ser sometido previamente a una serie de estudios muy detallados inicialmente en animales de experimentación, posteriormente en humanos voluntarios sanos y finalmente en personas afectadas de la enfermedad que se pretende tratar, en este caso la diabetes. Este proceso incluye análisis y aprobación de la terapia por comités de ética y por autoridades regulatorias que aseguren el bienestar del paciente y la calidad de los datos. Ninguno de estos mínimos que garanticen la seguridad del paciente ha sido cumplido con el producto mencionado.
Surgen también interrogantes básicos de carácter técnico que ponen en duda la seriedad de estos tratamientos: ¿Exactamente de dónde son extraídas las supuestas las células madre: de embriones humanos desechados? ¿De embriones animales? ¿Son células madre pluripotenciales inducidas? ¿En qué laboratorio las producen? ¿Con qué permiso? ¿En qué consiste el mencionado “ecoultrafiltrado” que emplean para obtener las células?
Resulta también absurdo desde el punto de vista científico que este tipo de supuestos tratamientos se tomen por vía oral: cualquier producto celular que se administre por vía oral es digerido por las enzimas del tracto gastrointestinal. Por ende, en caso de que realmente hubiese células madre, estas serían destruidas y digeridas tal como las células animales y vegetales que conforman nuestra dieta.
Es inminente alertar a la sociedad sobre estas prácticas antiéticas para evitar que pacientes incautos sean engañados en su buena fe y sean víctimas de semejante fraude, poniendo en riesgo su salud e integridad física, y desperdiciando sus recursos económicos, termina la cita.
