Opinión

¿Cero impunidad?

¿Cero impunidad?

El año 2017 termina igual que como comenzó: La impunidad vive y reina en el gobierno de Danilo Medina. No hay una sola medida oficial que pueda ser una señal positiva en la lucha contra la corrupción.

Para muestra un botón. Tomemos el caso de Odebrecht, que simboliza el mayor escándalo de corrupción de República Dominicana, y afecta primordialmente a las gestiones del PLD. A diferencia de lo que ocurre en otros países, como Ecuador, Panamá, Colombia, México y Perú, en el caso dominicano, las autoridades no hacen investigaciones, sino que solo reciben informaciones desde Brasil o desde Estados Unidos.

Por suerte, la prensa ha accesido a estas noticias y las ha divulgado localmente, pero por otra parte, cabe preguntarse, ¿cuándo imitaremos a otros países que han tomado decisiones valientes en contra de funcionarios que se han beneficiado de la corrupción de Odebrecht?.

Mientras en otras naciones, las investigaciones se han extendido a los consorciados de Odebrecht, y a todas las obras construidas por el otrora gran emporio brasileiro, en el caso dominicano, brillan por su ausencia.

El caso más dramático es el de Punta Catalina, cuyas plantas eléctricas de carbón construye Odebrecht. El gobierno ha blindado este proyecto, y ahora persigue que inversionistas privados se hagan cargo del mismo. Y cabe preguntarse, pero, ¿y las denuncias de sobrevaloración y de sobornos de Odebrecht en Punta Catalina? .

Por otra parte, el PLD ha invertido ciento de millones de pesos, de nuestros impuestos, en promoción y propaganda sobre la transparencia en el gobierno. Se han aprobado leyes importantes sobre contrataciones públicas y modernización del presupuesto. Pero, de nuevo, volvemos a lo mismo. ¿De qué han servido, si el gobierno permite que la empresa que confesó sobornar a funcionarios siga haciendo negocios con el propio Estado? El PLD ha fracasado en la lucha contra la corrupción.

La sociedad está clamando por ver una oposición crítica y constructiva en contra de la corrupción y por el fin de la impunidad. Hasta el momento, y salvo excepciones, la oposición ha sido tímida en este aspecto. Es hora de tomar decisiones. El PRM debe renovar su dirección nacional en las primarias y en su convención en marzo de 2018.

Debe enviar una señal clara y contundente de que, entre sus prioridades, está definitivamente trabajar y luchar por la eliminación de la impunidad. Así veremos que estamos ante el partido que está dispuesto a gobernar en 2020.

El Nacional

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