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El hoy reputado siquiatra César Mella fue uno de los miles de fanáticos presentes en el estadio Tetelo Vargas la noche del miércoles 14 de febrero de 1968 cuando las Estrellas Orientales conquistaron su segunda y última corona en el béisbol profesional dominicano al vencer 2-1 a los Leones del Escogido en el octavo juego de la serie final.

Mella, quien 50 años después mantiene su misma pasión por la principal disciplina deportiva del país, afirma que en esa ocasión salieron en marcha desde el estadio y que junto a ellos iba el dirigente cubano Tony Pacheco, quien comandó la novena que ganó el campeonato.

“Fue una emoción extraordinaria, pues coincidió con la lucha del medio millón para la UASD y yo era el representante estudiantil en San Pedro de Macorís”, afirma el galeno mientras conversa con el reportero en medio de la peña que cada sábado junta a un grupo de profesionales en un supermercado de esta ciudad.

Para entonces, Mella contaba con 18 años y República Dominicana vivía una convulsa situación política, pero el joven jamás pensó que posteriormente los orientales tendrían una sequía ganadora tan grande que ni el cruce hacia el nuevo milenio la ha extinguido.

Un nativo del sector Placer Bonito en la Sultana del Este, Mella dice que siempre alberga la esperanza de que el equipo volverá a obtener un campeonato.

“Nos hemos acostumbrado a perder, pero con cierto estoicismo. Hemos ido de la esperanza a la frustración, pues siempre se traen buenos refuerzos y en el primer mes el conjunto va bien, pero luego se cae”, señala.

Y, ciertamente, son muchas las ocasiones que los verdes han logrado su clasificación sin dificultad, incluso hasta ganan la serie regular para luego sucumbir al final y no siempre ante el mismo rival.

En el actual torneo, el equipo que tiene como mascota a un elefante, encabeza la con marca de 9-3 y los entendidos dan como un hecho que otra vez estará en el todos contra todos que se inicia luego de la celebración de la Navidad.

“Uno se siente bien cuando el conjunto comienza así, pues eso significa que vamos a clasificar”, valora.
Mella funge como directivo desde hace cuatro años y por eso ahora conoce más las interioridades del equipo, disfruta los éxitos momentáneos y sufre cuando el club apura el acíbar de la derrota.

El doctor es un apasionado del juego que guarda gratos recuerdos de esos años de los sesenta por su simpatía por Manuel Emilio Jiménez (el mulo), primer pelotero dominicano que disparó tres jonrones en un juego de las Grandes Ligas.

“Me gustaba ver a Manuel Emilio Jiménez y tenía una particular simpatía por un masajista de nombre Salampico”, agrega Mella.

Como muchos otros jóvenes que crecieron en esa época, César también fue encantado por el juego de Chico Conton, de quien dice que era “un bateador fino y fildeador preciso”.

Entiende que la escasez de triunfos ha sido una de las razones por la que la fanaticada ha languidecido.
“Los equipos que no ganan no consiguen un crecimiento en las simpatías. Eso es normal. Las frustraciones han provocado la partida y ausencia de fanáticos” dice Mella.

Un hombre de ciencia, el director del Instituto Dominicano de Seguro Social afirma que en ocasiones el equipo ha sido tocado por la mala suerte con algunas situaciones que se han presentado.

Señala que según ha escuchado y le han dicho supuestamente en ocasiones se han realizado despojos en el estadio y el clubhouse del equipo, pero eso no ha surtido efectos hasta el momento.

Mella asiste al estadio con frecuencia, pero lo hace mayormente en su provincia natal aunque reside en Santo Domingo.

“Prefiero ir a San Pedro de Macorís, pues allí me encuentro con mis amigos de infancia y podemos recordar los momentos de juventud”, agrega.

Como la mayoría de los dominicanos, el doctor Mella también tiene sus simpatías en la pelota de las Mayores con los Yankees de Nueva York.

Derek Jeter y Álex Rodríguez han sido sus jugadores favoritos en el pasado reciente y en tiempos atrás, Mickey Mantle, el legendario jugador que concitó la atención del mundo beisbolero por su gran poderío bateando a ambos lados del plato y su juego agresivo.

UN APUNTE

Es firme en sus simpatías; espera por otro campeonato

El doctor César Mella es uno de esos veteranos seguidores del béisbol y en particular de las Estrellas Orientales, que pudo disfrutar el último título conquistado por el club en la temporada de 1967-68. Casi al pasar 50 años de aquel acontecimiento, él está confiado de que en el 2018 se terminará la sequía y los campeonatos comenzarán a sucederse uno tras otro.