Reportajes

Choferes y vendedores vuelven a arrabalizar el entorno de la UASD

Choferes y vendedores vuelven a arrabalizar el entorno de la UASD

La arrabalización es uno de los principales problemas que afecta a muchas de las más importantes calles y avenidas de la Capital, ocasionando  trastorno en el desenvolvimiento normal de esas áreas, sin que al parecer las autoridades del Ayuntamiento del Distrito Nacional puedan frenar este mal.

El entorno de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), con sus nuevas y majestuosas edificaciones no escapa a esta realidad.

Cada día como un cáncer que se propaga, el entorno de la UASD es arrabalizado por pequeños  negocios informales y rutas de carros y guaguas del transporte público que aquí operan, creando un verdadero caos, pero  que en  las horas de entrada y salida, es un pandemónium.

Sólo en la entrada de la avenida Alma Mater alrededor de 20 negocios están situados en la acera, a unos 50 metros de la puerta peatonal,  donde operan, además, dos rutas de guagua y una ruta de carros de concho.

Quizás la parte positiva de este estado de desastre es que dichos negocios, aunque operan de manera fija de 6:00 de la mañana en adelante, son movibles y no hay negocios fijos como en otras partes de la ciudad.

Desde tempranas horas de la mañana empiezan a llegar hombres y mujeres, unos en triciclos que venderán jugos y empanadas. Otros en pequeñas guaguas modificadas para que operen como cocinas ambulantes y/o cafeterías, donde venderán desayunos de todo tipo, sándwiches, hot dogs, pizzas, entre otros alimentos.

También estos pequeños vehículos son equipados con plantas eléctricas y fotocopiadoras y se convierten en centros de servicios y librerías móviles, al ofertar  todo tipo de útiles universitarios (lápices, bolígrafos, mascotas, reglas, y otros).

“Ustedes los periodistas sólo se meten con lo que no las buscamo de manera seria. Somos padres de familia sin empleo, estamos aquí vendiendo, no robando. Tenemos esto limpio y no tiramos basura”, Juan Aquino, de Villa Consuelo.

Otro grupo de vendedores llega a pie con mesas, grandes mochilas, paraguas, cajas con mercancías y sillas plásticas. Estos se colocan en las entradas  y  salidas principales y en las puertas de las estaciones del metro,  donde instalan pequeños negocios tipo peleteras para vender casi de todo, incluyendo te y café.

Estos pequeños negociantes provienen de los diferentes barrios del Distrito Nacional, Villa Mella y  Santo Domingo. Llegan  a partir de las 6:00 de la mañana y permanecen hasta las 6:00 o 7:00 de la noche.

“Creo que a pesar de que están en las aceras y sé que eso no está bien, ellos vienen a ganarse la vida y a resolvernos un problema, ya que no hay cafetería en el campus y tenemos que salir a comprar o hacerlo antes de entrar. Pero hay donde hacerlo. Usted se imagina que no estén estos negocios”, Efraín Castro, estudiante.

Como empresa de doble turno, otros vendedores, principalmente de comida rápida llegan a partir de la 6:00 de la mañana y permanecen hasta el cierre de la universidad.

Es bueno destacar que en la noche muchos negocios que no están en las aceras pero, que si la ocupan, operan como centros de ventas de alcohol.

La avenida Correa y Cidrón, no es ajena a este caos, pues se  ha sido convirtiendo  en una vía de mucho dinamismo por tener dos de las principales puertas de entrada y salida a la alta casa de estudios, y tres paradas del Metro de Santo Domingo.

UN APUNTE

No cumplieron

En el año 2009 fue firmado un acuerdo entre el Ayuntamiento de la Capital y Salud Pública para censar e inspeccionar la higiene de los vendedores de alimentos en las calles y avenidas del Distrito Nacional, pero nunca se llevó a cabo. Ahora el problema del entorno de la UASD plantea un nuevo reto para las autoridades.

El Nacional

La Voz de Todos