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CHOPIN un semidios del piano

CHOPIN un semidios del piano

Por su extraordinaria difusión, el piano está considerado como un elemento que forma parte de la vida cotidiana en el mundo occidental. Por sus casi ilimitados recursos sonoros es considerado una especie de pequeña orquesta, aunque su vigorosa individualidad le ha impedido ser admitido como miembro permanente del organismo sinfónico.

Compositores del periodo romántico, entre los que pueden mencionarse a Schubert, Weber, Schumann y Liszt, volcaron en él los contrastantes arrebatos pasionales de su inspiración

Pero quien alcanzó la inmortalidad con pequeñas obras dedicadas a este instrumento fue el polaco Frederick Chopin, justicieramente llamado El gran exquisito.

No escribió sinfonías ni óperas, y sus dos conciertos para piano y orquesta muestran un indiscutible protagonismo del instrumento solista.

Algunos aficionados del arte sinfónico externan juicios infra valoratorios acerca de un autor que con sus valses, improntus, mazurcas, polonesas, baladas, estudios, scherzos, mantiene presencia frecuente en los conciertos.

El albergue en sus pulmones de la tuberculosis, en una época en que no habían hecho su aparición los antibióticos, fue causa determinante de su muerte a la edad de treinta y nueve años.

Tuvo desdichada vida romántica, en parte pos su temperamentalidad, que se manifestaba en cambios bruscos de humor, y que quizás hoy un siquiatra diagnosticaría como trastorno bipolar.

Se enamora de María Wodzinski, pero la combinación de su timidez y de una hipersensibilidad que lo lleva a la idealización exaltada de la doncella, le impiden inicialmente un cortejo directo.

Pero después, saca valor para hacerlo, y se efectúa el compromiso con la aceptación de la madre de la novia.
Pero el padre, a quien no le gusta el carácter inconstante ni la apariencia enfermiza del músico, plasmada en su tos persiste, se opone al romance.

El sentimentalismo de Chopin es impactado cuando se rompe la relación, pero al llegar a París en el año 1831, con sus actuaciones pianísticas se convierte en favorito de las damas de la aristocracia y de la burguesía francesa.

Tras algunos romances que no dejaron huella en el alma del artista, tiene un reencuentro con la cantante Constanza Gladkowska, que había sido su condiscípula en el conservatorio, y por quien experimenta rápidamente una pasión obsesiva.
El tiempo transcurre, y aunque no se decide a declararle su amor, confiesa que inspirado por ella compuso el adagio de su concierto número 2, y el Vals opus 71 en Re Mayor.

La dama se casa con otro, y cuando muere su esposo, a quien califica de hombre bondadoso, que le dispensó un buen trato, describe con duros términos la personalidad emocionalmente desequilibrada de su secreto pretendiente.
La relación amorosa más duradera de Chopin fue con la escritora Lucila Aurora Dupin, conocida bajo el seudónimo de Jorge Sand.
Esta se produjo, pese a que la literata le produjo una desagradable impresión por su aspecto masculino, cuando los presentó el gran compositor romántico Franz Lizst.

El asedio de ella vence su resistencia, y convertidos en pareja consensual, deciden viajar a Palma de Mallorca, en compañía de Solange y Mauricio, hijos de la Dupin.

Aunque la razón del viaje fue la precaria salud del compositor, el frio invernal del lugar empeoró su estado, contribuyendo al rompimiento de la relación, que algunos historiadores incluyen entre los llamados amores célebres.
El 17 de octubre de 1849 se extinguió la valiosa existencia de un genio, que unió en sus obras dos grandes pasiones: la música y la patria polaca.
Parte de sus creaciones fueron extraidas del folclor de su lar nativo, que abandonó cuando fue invadida y ocupada por tropas rusas.

El dolor de sus frustratorios romances, y la tribulación surgida de la azarosa historia de Polonia, se reflejan en su hermosa música, donde subyace, bajo todos sus acordes y temas, una tenue melancolía.

Frederick Chopin podría ser descrito en mi modesta opinión, como el más grandioso autor de perfectas obras musicales de corta duración.

El Nacional

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