Sugar: Un ejemplo
a seguir
Esta película probablemente pasará como un relámpago por los cines del país, y es una verdadera lastima.
Sugar es un genuino ejemplo de buen cine hecho con muy pocos recursos. Se trata de una producción cinematográfica que muchos en nuestro país deberían ver, incluyendo algunos directores y/o productores.
Este no es el último gran film de la década, ni nada por estilo.
Es una película modesta en toda su extensión, pero bien narrada y estructurada.
Sugar es un agradable drama sobre la inmigración, presentado a partir de un enfoque deportivo.
La historia se centra en la vida de Miguel Santos, mejor conocido como Azúcar, un joven que como otros tantos cientos de jóvenes dominicanos, sueña con escapar de la pobreza triunfando como pitcher en Las Grandes Ligas.
Azúcar personificado con soltura y convicción por el debutante actor dominicano Algenis Pérez Soto, tiene talento y eso hace que sea reclutado, junto con otros compañeros, por el ficticio equipo Kansas City Knights, para jugar baseball profesional en las ligas menores.
Aunque Azúcar deber hacer frente, mientras es ayudado por una pareja de ancianos en una comunidad rural de Iowa, a una sociedad de la cual no entiende su cultura ni su lengua.
las cosas comienzan bien para él en el terreno de juego.
Pero al cabo del tiempo sobrevienen los contratiempos y obstáculos. Es entonces cuando toma una decisión que cambia radicalmente el curso de su vida.
Lo interesante de este film, escrito y dirigido por la pareja de esposos, Anna Boden y Ryan Fleck, es que no recurre a los extremos el éxito arrollador o el fracaso estrepitoso ni a los clichés el final feliz o el motivo romántico de turno para construir un discurso de tono suave e intimista, pero pleno de autenticidad y frescura.
La historia además, no deja de tener una mirada crítica sobre el deporte en el que fundamenta su accionar.
El final de Sugar es el reflejo del destino que espera a aquellos que extravían su camino en ruta hacia el Big Show.
Es triste y al mismo tiempo esperanzador.
Mientras aquellos jugadores, innegablemente amantes del baseball van haciendo la presentación de sí mismos.
uno no puede dejar de pensar en aquellos tantos Miguel Santos quedados en el camino.
