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Cine y sociedad

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En materia de cine, Nollywood brilla con luz propia

¿Han escuchado alguna vez la palabra ‘Nollywood? Probablemente no, pero tal vez es tiempo de que comiencen a familiarizarse con ella.

Con una producción de alrededor de 2 mil 500 películas por año, Nollywood es el segundo productor mundial de cine, detrás solo de la India, o Bollywood como es mejor conocido el cine de procedencia hindú.

De esta manera, Nollywood, que en esencia se refiere a la pujante, dinámica y muy particular industria del cine de Nigeria, ha desplazado a las películas Norteamericanas, hindúes y chinas en los bares, salones de bellezas, en los ‘foodcourts’, y por supuesto, en la inmensa mayoría de los hogares del continente africano.

Como consecuencia, Nigeria que es el país africano de mayor población, con más de 182 millones de habitantes de acuerdo a cifras del año 2015, se ha convertido, y en parte gracias al enorme crecimiento de la industria del cine, en el país africano de más grande economía, destronando por primera vez a África del Sur.

Según una publicación del New York Times, la industria del cine en Nigeria emplea a más de un millón de personas, solo superada por la agricultura, y aporta anualmente al estado sobre los 600 millones de dólares, de acuerdo con un reporte del 2015 de la Comisión Internacional de Comercio de Estados Unidos.

Para tener una idea gráfica de qué tan grande ha sido el crecimiento del cine en Nigeria, solo habría que tomar en cuenta que en el año 2002 se produjeron 400 películas que generaron a la economía 45 millones de dólares. Hoy esa cifra sobrepasa los 2 mil quinientos films al año.

¿Cuál ha sido el secreto del explosivo crecimiento? Según KatsuvaNgoloma, un lingüista de la Universidad de Lubumbashi de la República Democrática del Congo, las producciones de Nollywood recogen historias de la época precolonial africana y capturan además el sentir de la vida en las villas y pueblos urbanos.

Es decir, se trata de películas que exploran, por ejemplo, las tensiones entre el hombre y su numerosa familia o las diferencias entre la vida urbana y la familiaridad y cercanía de la vida en las villas.

“Yo dudo que una persona blanca, un europeo o un americano pudiera apreciar y entender las producciones cinematográficas de Nollywood, de la manera como un africano puede hacerlo”, asegura.

El Nacional

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