Hasta el año 2011, cuando comenzaba el proceso de recuperación y modernización, la Ciudad Colonial de Santo Domingo era identificada marginalmente como la “Zona Colonial”, bautizada maliciosamente así por los jefes de tropas que hace décadas sitiaron a los combatientes de abril de 1965 y que usaron el apelativo, despectivo en el fondo, para denigrar y reducir la categoría de este centro de valor histórico para la humanidad.
En la actualidad la Ciudad Colonial de Santo Domingo es diametralmente opuesta a cuando iniciaron los trabajos de rescate que realiza del Programa de Fomento al Turismo, con el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuyos especialistas acertaron al confiar en la viabilidad del proyecto.
Ciudad Colonial, de un reciente panorama de desolación que la presentaba como imposible, es hoy un escenario que resplandece en el que la cultura, el esparcimiento familiar y turístico, así como los negocios se expanden de manera vertiginosa ante el asombro de los incrédulos.
Los inesperados resultados que se cosechan han despertado los apetitos de los antes escépticos y solapados adversarios de la iniciativa, que no cejan en tratar de interponerse ante la irremediable evolución de este Patrimonio Cultural de la Humanidad, reconocido por la Unesco.
Las embestidas contra el programa de rescate se suscitan en los más variados ambientes buscando restarle mérito al éxito logrado en la primera etapa para cerrarle al paso a la segunda que ya despegó con el aval de haber superado la parte más difícil y dramática.
El procedimiento que ha hecho de la Ciudad Colonial un lugar factible para el disfrute turístico y comunitario, ha sido posible por el esfuerzo mancomunado entre el Programa de Fomento al Turismo, el Ministerio de Cultura, Patrimonio Monumental, las juntas de vecinos, las asociaciones de comerciantes y los buhoneros, la Asociación de Hoteles de Santo Domingo, el Banco de Reservas y el Clúster Turístico de Santo Domingo, Ayuntamiento del Distrito Nacional, la Empresa Distribuidora de Energía del Este, la Corporación del Acueducto de Santo Domingo, el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones, el Arzobispado de Santo Domingo y el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.
El reciente informe del Observatorio Turístico Ciudad Colonial, muestra de manera elocuente el ambiente de prosperidad existente, dada la diversidad de atractivos con que ahora cuenta el casco histórico:
El primer trimestre de este año (enero-marzo) registra un incremento en la actividad turística de la Ciudad Colonial, por la llegada de 214,393 extranjeros, lo que se traduce en un aumento del 10% en comparación con el mismo período del año 2016.
Indica que en el primer trimestre de este año, la Ciudad Colonial recibió un promedio diario de 1,500 excursionistas extranjeros, mientras que el promedio mensual fue de 71,500 visitantes.
Hubo un crecimiento de 53% en la llegada de cruceristas por el puerto de Santo Domingo. La tasa de ocupación hotelera fue de un 69%, para un incremento del 4% en comparación con el primer trimestre del 2016.
La apertura de nuevos negocios y más empleos va en ascenso. De 2012 a 2015, abrieron sus puertas 296 nuevos establecimientos en la Ciudad Colonial. Entre los que se cuentan hoteles boutique como Billini Hotel, Casa del Árbol, Casa Sánchez y los restaurantes Buche Perico y Jalao, así como la Librería Mamey.
Su impacto en el sector laboral también indica que en los últimos cuatro años se han generado mil 200 nuevos puestos de trabajo.
Un negocio un tanto pintoresco que ha llenado de vigor la Ciudad Colonial, sobre todo los fines de semanas, es Zona Bici, iniciativa del joven emprendedor José Miguel Paliza, quien abrió su negocio con seis bicicletas, cuando las calles de Ciudad Colonial estaban “rotas”, y muchos temían invertir.
Paliza, quien residió en Barcelona, España, decidió implementar como negocio la experiencia de los ciudadanos de esa ciudad europea de utilizar la bicicleta como medio de transporte.
Ahora posee más de cien bicicletas al servicio de sus clientes. Su ejemplo ha sido seguido por otros cinco nuevos negocios de alquiler de bicicletas que también se han instalado.
Seguridad
Otro elemento que ha contribuido al éxito de la Ciudad Colonial es el sistema tecnológico de seguridad puesto en operación con 123 cámaras, y un sistema de vídeo monitoreo.
Su propósito es potenciar la percepción de seguridad del turista y el residente, favorecer la seguridad y vigilancia de las vías y del espacio público de la Ciudad Colonial e incrementar la satisfacción de la experiencia turística en la zona.
El sistema de visualización lo conforman una red de videocámaras instaladas en espacios públicos y puntos estratégicos de la Ciudad Colonial y un centro de monitoreo y visualización para la gestión turística que recibe imágenes en tiempo real y coordina respuestas con los organismos de seguridad y gestión municipal y la Policía Turística.
El Palacio Consistorial luce todo su esplendor después del proceso de renovación, lo que se puede ver en el colorido de los coches, limpieza de las calles y presencia policial.
