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Ciudades más violentas de Brasil tienen mayores tasas de pobreza y desempleo

Ciudades más violentas de Brasil tienen mayores tasas de pobreza y desempleo

Río de Janeiro, (EFE).- El 50 % de los 62.517 homicidios registrados en Brasil en 2016 se concentró en sólo 123 ciudades, el 2,2 % de los municipios del país, según un estudio divulgado este viernes y que también mostró que los municipios más violentos tiene niveles de pobreza y desempleo muy superiores a los de los menos violentos.

Las conclusiones son del “Atlas de la Violencia 2018- Retrato de los Municipios”, un estudio en el que el estatal Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (IPEA) y la organización no gubernamental Fórum Brasileño de Seguridad Pública analizaron las características de la violencia en Brasil a partir de los homicidios en las 309 ciudades del país con más de 100.000 habitantes.

De acuerdo con el estudio, el municipio más violento de Brasil en 2016 fue Queimados, uno de los municipios de la región metropolitana de Río de Janeiro y en el que la tasa de homicidios se ubicó en 134,9 muertes por cada 100.000 habitantes.

Enseguida se ubicaron cuatro ciudades de Bahía, un estado en el empobrecido noreste brasileño- Eunápolis, con 124,3 homicidios por 100.000 habitantes; Simoes Filho (107,7), Porto Seguro (101,7) y Lauro de Fretas (99,2). El sexto en la lista fue Japerí, otro municipio en el área metropolitana de Río, con una tasa de 95,5.

De los 123 municipios en que se concentró la mitad de las muertes en todo Brasil, 33 están ubicados en Río de Janeiro o Bahía.   Los menos violentos por su parte fueron Brusque, con 4,8 muertes por cada 100.000 habitantes, Atibaia (5,1), Jaraguá do Sul (5,4) y Tatuí (5,9). Brusque y Jaraguá son municipios de Santa Catarina, estado en la próspera región sur de Brasil, y los otros dos son de Sao Palo, el estado más rico del país.

“Los números constataron que hay una correlación entre las condiciones de educación, las oportunidades laborales y la vulnerabilidad económica y la prevalencia de las muertes violentas”, concluyeron los autores del estudio.

“Los municipios con menor acceso a la educación, con mayor población en situación de pobreza y con mayores tasas de desempleo presentan mayores tasas de mortalidad violenta”, agregan.

Las diez ciudades con mayores tasas de asesinatos tienen nueve veces más personas en situación de extrema pobreza que las diez ciudades menos violentas. Mientras que en las menos violentas tan sólo el 0,6 % de la población está en situación de extrema pobreza, ese porcentaje es del 5,5 % para las diez más violentas.

La tasa promedio de desempleo para jóvenes entre 18 y 24 años en las diez ciudades más violentas es del 19,8 %, índice que cae al 10,3 % en las diez menos violentas.   De la misma forma, mientras que en las más violentas el porcentaje de habitantes sin saneamiento básico llega al 5,9 %, en las menos violentas esa deficiencia tan sólo la enfrenta el 0,5 % de la población.

“Los indicadores muestran diferencias abismales entre las condiciones de desarrollo humano, comenzando por la tasa de muertes violentas, que en el último grupo (diez ciudades más violentas) fue más de 16 veces mayor”, según el estudio.

Datos del “Atlas de la Violencia” divulgados el mes pasado mostraron que, con los 62.517 homicidios de 2016, Brasil registró ese año por primera vez en su historia una tasa de homicidios superior al listón de las 30 muertes por cada 100.000 habitantes, que lo ubica como uno de los más violentos del mundo.

Según el estudio, la tasa de Brasil es muy superior a la de la mayoría de sus vecinos y comparable con las de países que viven graves problemas de violencia en América Latina, como El Salvador (34,4 por 100.000) y Colombia (31,7), aunque sin llegar a las que registran Honduras (85,5) y Venezuela (54,7).

De acuerdo con el análisis, la tasa de homicidios en Brasil en 2016 se elevó en un 5,0 % en comparación con la de 2015 y en un 14,0 5 % en la comparación con la de 2006 (26,6).

El estudio mostró igualmente que la violencia refleja las enormes desigualdades de Brasil y que la tasa es muy elevada en los empobrecidos estados del noreste del país, como Sergipe (64,7 por 100.000), Alagoas (54,2), Río Grande do Norte (53,4) y Pernambuco (47,3), y reducida en los ricos estados del sureste y del sur, como Sao Paulo (10,9), Santa Catarina (14,2) y Minas Gerais (22,0).   Según el estudio, más de medio millón de brasileños (553.000) fueron asesinados entre 2006 y 2016.

El Nacional

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