Opinión

COGIENDOLO SUAVE

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Las ocurrencias de Cuquín

Uno de los más exitosos comediantes del país lo es el genial Cuquín Victoria, quien además es un insuperable repentista.

   Hace unos años contrajo matrimonio una amiga del humorista, mujer que ya estaba casi jamona, en parte por ser la infortunada poseedora de una anatomía donde no hubiera encontrado una curva el más diestro topógrafo.

   Una de las características de aquel cuerpo la constituían los glúteos, colocados a tal altura que decía Cuquín que sus flatulencias la desgreñaban.

   Al salir poco tiempo después publicado el divorcio de la apodada por muchos “cuerpo indigno” Cuquín afirmó que fue porque encendió por primera vez la luz del aposento una noche en que estaba desnuda junto al esposo.

   Cuquín y yo laboramos en la década del setenta en el programa De noche, que producían por Radiotelevisión Dominicana Freddy Beras y Yaqui Núñez.

   Una noche actuó la descomunal vedette puertorriqueña Iris Chacón en el programa, para regocijo visual del elenco masculino, y de los congéneres de la tele audiencia.

   Conocedor de la destreza repentista del comediante, uno de los presentes le preguntó si sería capaz de ingerir una tacita de orina de la curvilínea boricua endulzada con azúcar parda como paso previo para conseguir sus favores amorosos.

   Haciendo una mueca de desagrado, Cuquín respondió de inmediato.

-No, por Dios, claro que no, a mí no me gusta el azúcar prieta.

   El consagrado artista laboró durante muchos años en el programa El show del mediodía, de Colorvisión, y una tarde fue abordado por un joven que entró al camerino portando varias biblias.

   – Esta es la palabra de Dios, que puede cambiar su vida- dijo, mirando fijamente al comediante, quien sostenía un vaso de cerveza en su mano derecha.

   – Lo siento mucho, pero ya lo leí… a él lo matan- respondió Cuquín, apurando el contenido del vaso, mientras el frustrado vendedor abandonaba presurosamente el lugar.

   Cuando nació su primogénito, su esposa Clemen se extendió en consideraciones acerca de los viajes que daría Cuquín llevando y trayendo el niño al colegio.

   Pero el artista, que se levanta generalmente pasadas las diez de la mañana, la interrumpió.

  – Esperemos, querida, que cuando ese muchacho esté en edad escolar, existan colegios infantiles nocturnos.

El Nacional

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