Página Dos

Cójanlo

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Son múltiples los feminicidios en que las víctimas no han encontrado la protección que han pedido a las autoridades. El de la estudiante universitaria Yumilka Torres Suero, de 22 años, es otro de la oprobiosa lista. La joven, hallada muerta en el sector Pueblo Nuevo,  Los Alcarrizos, había solicitado  protección  frente a las amenazas que recibía de su expareja, el guardián Rafael Valenzuela Pérez.

Pablo David Peña Méndez, el padre de la estudiante, deploró que en la Fiscalía de Las Palmas, de Herrera, no se tomara ninguna medida para garantizar la integridad de su hija ante las amenazas que ejercía Valenzuela Pérez. Narró que el vigilante se enfureció ante una fiscal adjunta que lo había citado sobre los maltratos que había denunciado la estudiante y el incumplimiento con la manutención de un niño de un año y 8 meses que habían procreado.

Combatir los feminicidios supone no sólo marchas y exhortaciones, sino que las autoridades cumplan en todos los casos con la protección de mujeres que se querellan por violencia doméstico o amenaza. La estudiante universitaria muerta en Los Alcarrizos es, pues, otro luctuoso y doloroso ejemplo.

El Nacional

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