Cosecha en peligro
En modo alguno puede verse como una falsa alarma la advertencia de cosecheros de San Juan de la Maguana en el sentido de que unos 400 mil quintales de habichuelas podrían perderse por obstrucciones en los canales de comercialización. Ese tipo de denuncia crea confusión sobre el respaldo y las bondades con que desde los predios oficiales suele abordarse el aparato productivo, sobre todo el renglón agropecuario.
Las habichuelas que podrían perderse están almacenadas y los productores dicen que no encuentran a quién vendérselas ni saben qué hacer con ellas.
Y se aduce que la producción no ha encontrado salida, porque el mercado está inundado de unas habichuelas pintas importadas, que, por los subsidios con que son cultivadas en Canadá, Estados Unidos y en países europeos, son más baratas que las nacionales.
Por lo visto, al caso de los productores de habichuelas de San Juan de la Maguana se debe buscar una solución. No mediática, como se estila para salir de paso, sino real. Máxime si las autoridades asumieron el compromiso de adquirir una proporción de la cosecha para programas sociales.
