Página Dos

Cójanlo

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Permisividad lesiva

 

Si las autoridades no aplican las leyes, el desorden en el transporte de carga y de pasajeros se mantendrá por los siglos de los siglos. Tratándose de un sector de altísima sensibilidad social, como muy bien lo describió el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), urge que cada ente cumpla la función que le asignan las leyes.

A fin de garantizar la seguridad y la libertad se tiene que comenzar por acabar con la inercia, la indiferencia, impunidad y permisividad que corroen el sistema. Antes que sacar el cuerpo a través de suspicaces tácticas dilatorias el Tribunal Superior Administrativo debe decidir cuanto antes sobre el recurso para que cada ente público cumpla las normativas sobre el sector. Mientras más larga se le da, más se agrava el problema.

El transporte de carga y pasajeros no es un feudo de ningún sector en particular. Es necesario que se cumplan las leyes para institucionalizar un servicio en que ha primado el crimen organizado, la violencia, la intimidación, el uso ilícito de los recursos públicos, la politiquería y otras violaciones. Si el transporte no es reglamentado conforme a las leyes, entonces que Dios nos agarre confesados.

El Nacional

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