Vuelven los encapuchados
Las protestas y los encapuchados volvieron a encandilar con sus recurrentes desórdenes los predios de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en demanda de un mayor presupuesto para la casa de estudios.
Las personas que participan en las movilizaciones con el rostro cubierto y quienes suelen ser los que encabezan la batalla con los agentes policiales se han revestido de un desafiante misterio para las autoridades universitarias.
A tal punto que el rector Iván Grullón llegó a calificarlos como punta de lanza de sectores que quieren hacer desaparecer el centro académico. Pero nadie cree que los encapuchados vienen de Marte ni de ninguna otra parte que no sea la propia UASD.
El método y hasta las mismas protestas en demanda de un mayor presupuesto son repudiables. Y máxime cuando se apela a la violencia, poniéndose siempre en riesgo la integridad física.
Es una cultura propia del pasado, que es tiempo de que se supere. Pero Grullón, que a causa de las interrupciones en la docencia promovió la extensión del actual semestre, tendrá que hacer más para persuadir a las autoridades sobre la necesidad de aumentar el presupuesto.
