Página Dos

Cójanlo

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Costosa deficiencia

 

El director Nacional de Salud, Nelson Rodríguez Monegro, reveló que la deuda con sus suplidores de los hospitales de autogestión y los tradicionales ronda los tres mil millones de pesos. A pesar del elevado monto el funcionario explicó que el Gobierno, como si se tratara de algo normal, suele amortizarla de manera paulatina.

Lo que no ha dejado de llamar la atención es su afirmación de que los atrasos en las subvenciones a los hospitales se deban a supuestas deficiencias de los administradores y directores financieros en liquidar los gastos de los centros. Porque esa incapacidad o negligencia se traduce en limitación de los servicios asistenciales a miles de pacientes que, como se supone, son de escasos recursos económicos.

Es inconcebible que las autoridades acepten como buena y válida una práctica que puede tener graves consecuencias para la vida o la salud de mujeres, niños, ancianos y demás personas que demandan atenciones facultativas.

Al conocer la causa del drama financiero de los hospitales, las autoridades no deben conformarse con explicarlo, sino que procede que actúen en consecuencia. Esa incapacidad o negligencia para liquidar los gastos mensuales que se atribuye a administradores y directores financieros no puede pasarse por alto.

El Nacional

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