“Tácticas dilatorias”
Si no se trata de “tácticas dilatorias” es lo que parecen los alarmantes reenvíos del proceso por sicariato, lavado de activos y otros cargos contra el presidente de la Unión Nacional de Trabajadores Afines (Unatrafín) y un transportista y exregidor de Pedro Brand.
No ha dejado de especularse que con los 19 aplazamientos se persigue evitar el juicio de fondo contra Arsenio Quevedo, un frustrado aspirante a diputado por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el exregidor del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Erickson de los Santos Solís, y otros imputados.
Al ser recusada por los abogados de los imputados, la juez Kenya Romero Severino suspendió el proceso hasta que la Corte de Apelación de Santo Domingo decida sobre el recurso.
Llama la atención que desde el primer momento se han utilizado los más variados recursos para justificar el aplazamiento del juicio contra Quevedo y De los Santos Solís como principales imputados por la muerte de varios choferes y de negociar combustible subsidiado para el transporte de pasajeros. Por tratarse de transportistas ligados al poder son muchos los que piensan que con los reenvíos se les quiere arreglar su mando.
