Anomalías en el CEA
Del ingenio Boca Chica no quedan ni las instalaciones. Se asegura que lo último que quedaba fue adquirido a precio de vaca muerta por el exgobernador de la provincia Santo Domingo y dirigente peledeísta, Eladio Martínez. Como el director del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), Pedro Mota Pacheco, ha expresado su determinación de aclarar las múltiples irregularidades que dijo haber encontrado, tiene para comenzar el caso de Boca Chica.
Se ha denunciado que militares y dirigentes del PLD poseen grandes extensiones que pertenecían a los ingenios Catarey, en Villa Altagracia, y Boca Chica. Martínez ha admitido la adquisición de bienes del antiguo central, pero se ha defendido señalando que lo ha hecho de manera lícita.
La diputada Josefa Castillo, quien hace unos días fue objeto de un atentado, ha insistido en una exhaustiva investigación sobre la enajenación de las propiedades del CEA. Es comprensible que para tomar algunas decisiones haya que esperar los resultados de las investigaciones que se han ordenado. Pero no así para otras, como el saneamiento de una nómina con más de cuatro mil empleados, que según una de las comisiones se cubría con la enajenación irregular de propiedades.
