Imagen en picada
De asumirse que son parte de una campaña de descrédito protagonizada por enemigos de República Dominicana o del Gobierno las valoraciones internacionales que dejan tan maltrecha la imagen del país, se impone, entonces, una urgente ofensiva diplomática.
Porque, por su impacto negativo, no se puede tomar con indiferencia que se difunda que el país retrocedió 12 peldaños en transparencia para hacer negocios y ahora que ocupe el segundo lugar en la región entre las naciones con el más elevado índice de pago de sobornos.
De las evaluaciones del Foro Económico Mundial y de Transparencia Internacional no ser resultado de campaña de descrédito alguno, entonces las autoridades tendrán que abocarse a tomar medidas eficaces para mejorar tan nefasta percepción.
No es verdad que la inversión extranjera va a fluir a una nación con tan mala fama de que para hacer negocios se tiene que pagar sobornos o en que la fragilidad institucional constituya una amenaza permanente contra la seguridad jurídica.
Las autoridades tienen que dar la lectura real a informes, por demás de entidades tan bien acreditadas, que tanto afectan la imagen externa de República Dominicana.
