Default parcial
Las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea no han tardado en surtir efecto en Venezuela. La arrogancia y las garantías del presidente Nicolás Maduro no han evitado las dificultades financieras de la nación para honrar sus compromisos internacionales.
Una agencia de calificación de riesgos, la estadounidense Standard & Poor’s, ha rebajado a default parcial la deuda soberana de Venezuela. Hace apenas unos días que la nación no pagó 200 millones de dólares correspondientes a los intereses de bonos que vencen en 2019 y 2024.
La rápida insolvencia declarada por la agencia podrá ser parte de las presiones internacionales contra el Gobierno de Maduro, que por demás ha recurrido a todo tipo de maniobras para preservar el poder, pero la realidad es que el país no cumplió con el pago. Se prevé que en los próximos tres meses el país no pueda cumplir con el pago de otras obligaciones.
Si la atmósfera era agobiante por la crisis de desabastecimiento que sufren los venezolanos, después de las sanciones económicas el panorama se ha tornado más asfixiante para una nación que tiene en el petróleo su principal fuente de ingreso de divisas.
