Préstamo aceptable
Todo lo que huele a endeudamiento causa espanto por estos lares. Aunque las autoridades suelen minimizarlo e incluso buscar apoyo mediático en entidades internacionales el ritmo de la deuda inquieta a muchos sectores. Pero si bien es cierto que hay préstamos perturbadores, no todos se pueden satanizar.
El crédito de 300 millones de dólares que ha contratado con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para mejorar la productividad es distinto de los que se efectúan para financiar el presupuesto.
El del BID es bueno, porque ha sido contratado para superar los principales obstáculos que afectan la producción y el comercio. Está dirigido a mejorar el clima de negocios e innovación a través de la simplificación de procesos administrativos, así como a fortalecer la competencia y consolidar el desarrollo productivo de calidad.
Por su amplio alcance el préstamo está llamado a beneficiar el aparato productivo en general, y en particular a las micro, pequeñas y medianas empresas. Si todos los préstamos se contrataran para fomentar la producción y el comercio, hoy no primara la más mínima preocupación sobre el crecimiento de la deuda pública.
