La esperanza no siempre nos llega vestida de verde. Coloresperanza es como nos visita con alegría, aun cuando se confunda entre las dudas y los agobios. Si lo sabrá la divina providencia que así lo dispone. La fe combate las tribulaciones cuando la dicha parece estar distante.
Rosa púrpura, violeta, azul celeste, color mariposa, es la esperanza. Transitorio color. O roble duradero. Ebano con perfumado cedro. Siempre es anhelo.
Cerramos un ciclo. Abrimos otro, con la fortaleza que nos deja la experiencia. Crecemos con madurez en una nueva casa iluminada como un sol, donde soplan todos los vientos, estableciendo el orden de la cosas, como surgen ríos y montañas. Bosques y valles. Un orden tan divino como encantador se nos manifiesta pleno.
Todo gran éxito supone un camino andado, tropiezos y obstáculos salvados. Escombros que se nos presentan insuperables. La biunívoca relación fracaso y triunfo, uno de la mano del otro. Flores y ortigas en primavera.
Veredas dejadas atrás cuando se multiplican y despejan otros caminos. Ya no estamos solos. Forjamos en nosotros una multitud. Un ejército de ángeles nos sigue. Habitan en nuestra mente y espíritu, todos juntos, el cariño, la comprensión, la alegría de salir y de llegar, las ideas luminosas, los buenos presagios, la sonrisa contagiante, la lucidez, el aliento a los demás, la dicha, la libertad, el sentido del humor, la esperanza, la fe. Nadie falta. Nos hemos multiplicado en victorias.
Somos un retrato de todos los ángeles. Nos nutre todo lo que nos toca. Y enriquecemos todo lo que se multiplica con amor. No partimos, llegamos. Conquistamos el mundo alcanzando las estrellas. Somos una de ellas sin darnos cuenta.
Para ser de la constelación, teníamos que levantar velas.
No nos asusta rebasar. Lo que nos espanta es partir.
No ha aprendido las lecciones de la vida quien diariamente no ha vencido algún temor, enseña Emerson.
Nuestras dudas reflejan, apenas, una leve complicidad con el conformismo, la comodidad de estar, el miedo de andar caminos desconocidos.
Imperiosas hazañas propias de las almas creativas y emprendedoras nos persuaden para que dejemos atrás la gris cotidianidad de una vida ordinaria.
La rutina con su guadaña.
