SANTO DOMINGO.- Continuando con el programa de asistencia alimentaria que lleva a cabo el Gobierno dominicano en beneficio de los sectores más vulnerable, el administrador general de Comedores Económicos licenciado Ramón Monchy Rodríguez, entregó 2 mil combos de alimentos crudos y mil raciones cocidas siete comunidades de la María Trinidad Sánchez, Nagua.
También, Monchy Rodríguez firmó un convenio con la Congregación Cristiana Cristo Vive, del municipio de Tamboril, Santiago, mediante el cual Comedores Económicos suministrará combos para garantizar la alimentación diaria de 370 niños y adolescentes, y más de 75 madres embarazadas de esa congregación, que dirige el Pastor Julio Antonio Inoa Grullón.
Durante la actividad Rodríguez manifestó que la administración de los Comedores Económicos confía en la estrategia de entregar ayudas a entidades sociales, puesto que ha resultado beneficioso tanto para el pueblo como para el Gobierno, porque su juicio, poner esos recursos en manos de la iglesia, es ponerlo directamente en mano del pueblo.
Destacó la presencia de Comedores Económicos en las comunidades de cada provincia, para que el brazo solidario del programa social del Gobierno ayude a elevar las condiciones alimentarias de nuestro pueblo.
Mientras que durante la jornada alimenticia en Nagua, el funcionario entregó 200 combos crudos en cada una de las comunidades La Entrada, Payita, Paoba, San Rafael, Catalina, Caño Azul; en Romedillo 300 y en el municipio de Cabrera 400, para un total de 2,000 combos.
Además, miles de moradores de San Rafael degustaron de un almuerzo elaborado por Comedores a través de su Programa de Alimentación Móvil (PAM). Asimismo, dentro del Programa “Que Nadie se Acueste sin Cenar”, Monchy Rodríguez entregó a la Iglesia Santo Domingo Sabio, en La Vega, 50 cajas conteniendo productos para la cena.
Durante el recorrido el funcionario estuvo acompañado del gobernador Francisco Peña, dirigentes y líderes comunitarios de la provincia María Trinidad Sánchez.
“Para nosotros es el cumplimiento del deber poner en mano de la iglesia y de personas que han probado en todos su comportamiento, que son buenos intermediarios.
