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Comercio informal se coge las calles y aceras de la capital

Comercio informal se coge las calles y aceras de la capital

Caminar por las aceras de la mayoría de las calles y avenidas de la capital y y la provincia Santo Domingo es casi imposible, pues están ocupadas por gomeros, talleres de mecánica, puestos de frituras, tiendas de electrodomésticos, frutas y vegetales.
Las paradas del transporte público son igualmente otro dolor de cabeza para las autoridades. También los vehículos estacionados en las aceras son otro motivo para quitar el sueño a los ciudadanos y las autoridades.

La situación parece haberle ganado la batalla a los ayuntamientos del Distrito Nacional y de los municipios de la provincia Santo Domingo, así como a la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET). En algunos barrios, las amas de casa sacan sus lavadoras a las aceras para lavar la ropa y pasan varias horas obstaculizando el tránsito de sus vecinos en esa actividad.

Los transeúntes deben lanzarse al pavimento y exponerse a ser atropellados por los vehículos.
En los sectores residenciales las empresas constructoras de edificios de apartamentos y casas individuales se han apoderado de las aceras y hasta de algunos carriles de calzadas.

Los responsables de levantar esas edificaciones depositan en la calle arena, blocks, cemento, varillas y otros materiales de construcción que obstaculizan el libre tránsito de peatones y automovilistas.

Los equipos de construcción como grúas, palas mecánicas, camiones y retroexcavadoras obstruyen el tránsito y provocan taponamientos en el tráfico. En las tardes, y hasta la madrugada, muchas aceras de la ciudad se convierten en bares, porque los colmadones en cada esquina las utilizan para colocar sus grandes bocinas, sillas y mesas para llenarlas de clientes.

La situación se torna grave en las principales arterias comerciales de los barrios de la parte alta de la ciudad, entre ellas, Isabel Aguiar, en Herrera; Nicolás de Ovando, en las inmediaciones de los sectores Luperón, Capotillo y Simón Bolívar.
También, la calle Benito González, en Villa Francisca, la avenida Duarte, la calle París.

Igualmente, en las calles de Villa Juana, de San Carlos, de Los Mina, Villa Consuelo, Herrera, Ensanche La Fe y otros puntos de gran actividad comercial.

Por más medidas que han anunciado, las autoridades siguen permitiendo que los buhoneros de la París operen en medio de las aceras y múltiples tiendas a cielo abierta en plena vía pública.

Otros espacios públicos que no escapan a la agreción son las áreas verdes y las isletas de algunas avenidas.
En el kilómetro 9 de la autopista Duarte, por ejemplo, los buhoneros, y choferes de guaguas y carros del transporte público no respetan ese espacio.

EL DATO

En los sectores residenciales
Las empresas constructoras de edificios de apartamentos y casas individuales se han apoderado de las aceras y hasta de algunos carriles de las calzadas. Éstas depositan en la calle arena, blocks, cemento, varillas.

Pilar Moreno

Periodista de vasta experiencia en el periodismo educativo y político