Opinión

Como cada  Domingo  

Como cada  Domingo  

ATLANTA. Georgia.  La gente se imagina, cuando le dicen “la caja negra del avión” que se está hablando de una “caja negra”. La gente está equivocada: las cajas negras, no son negras.

Caja Negra se refiere  instalación metálica, herméticamente cerrada en cual se conservan los datos dinámicos, los indicadores técnicos y todas las conversaciones por radio entre el piloto y sus torres de control y los otros pilotos de aviones con los que tenga contacto, a fin de facilitar las investigaciones en saco se contingencias.

En principio, las cajas eran realmente pintadas de negro, pero hubo una dificultad: era difícil encontrarlas, sobre todo en los fondos marinos. Entonces se decidió cambiar el color a uno llamativo y por eso se le ha asignado el color naranja vivo.

Un recorrido por el Departamento Técnico de Delta Airlines, en Atlanta, que nos llevó por sus talleres de reparación de motores de los jets, sus fuselajes, sus aparatos de refrigeración y calentamiento de productos para el consumo durante el vuelo, nos llevó a la unidad que mantiene y repara las famosas “cajas negras”.

Allí descubrimos que con color naranja.  Y descubrimos cuan compleja es la operación de una plataforma humana y técnica de cualquier aerolínea, no solo para Delta Airlines,  para garantizar el máximo de seguridad y comodidad a sus pasajeros.

El o la pasajera, cuando aborda su avión, está pendiente básicamente de su comodidad con la seguridad personal como telón de fondo, sin tener ideas de cuantas personas están trabajando para un tinglado complejo, exacto y de cuidado milimétrico para cuidar de él o ella.

El Nacional

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