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Como cada domingo

Como cada domingo

PRM y Carmen Imbert.-

Que exista una oposición activa al gobierno de turno, es indudablemente un factor de aporte a la democracia a menos que el deseo de los gobernantes sea imponer una dictadura simulada y maquillada en la que la disidencia sea una quimera inútil.

Pero queda pendiente el extremo de oponerse a todo por todo, tal cual ha ocurrido con el Partido Revolucionario Moderno (PRM) en su “objeción” a Carmen Imbert Brugal como miembro titular de la nueva Junta Central Electoral.

La postura del PRM se basó en una supuesta firma de la doctora Imbert Brugal en un comunicado de apoyo a una acción del presidente Danilo Medina. Ese comunicado nunca fue presentado y se supone que fue público. Incluso, firmar un documento de respaldo a una actitud de una figura pública, es un derecho que no puede ser cuestionado ni tomado como referencia de incondicionalidad o prejuicio contra un gobierno determinado.

Carmen Imbert Brugal, periodista y abogada, tiene en todos los aspectos de su vida pública, una trayectoria incuestionable y su presencia en cualquier organismo del Estado es una garantía de una voz insobornable y justa.

Me parece que el cuestionamiento de PRM a esta mujer (cuyos análisis y entrevistas en la radio y televisión extrañaré bastante durante el tiempo de su ejercicio electoral) es uno de los errores más lamentables y que es tiempo de un pronunciamiento rectificatorio, ilusión de justicia que me imagino no será posible.

Ese sentido de humildad es una prenda inapreciable y difícil de obtener.

Fue una metida de pata que me sigue sin cuadrar en el accionar de un partido que no debe darse el lujo de oponerse por oponerse a todo. Lo lamento mucho y mis mejores deseos para el desempeño de la doctora Imbert Brugal.