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Como cada domingo

Como cada domingo

Vacunas, 15 años.-

Haber colocado a la República Dominicana en un lugar digno dentro de las naciones que realizan estudios e investigaciones en vacunas, al tono de la modernidad clínica y el tratamiento ético de sus voluntarios, que hace tiempo dejaron de ser los famosos “conejillos de indias”, es un éxito que debemos celebrar todos y todas con motivo del décimo quinto aniversario de la Unidad de Estudios de Vacunas e Investigación del Instituto Dermatológico Dr. Huberto Bogaert Díaz.

Nacida producto de una recomendación a países de las Naciones Unidas, y que acogieron en 2001 con entusiasmo el Instituto Dermatológico, Dirección General de Control de las Infecciones de Transmisión Sexual y Sida (DIGECITSS), encomendada por el Ministerio de Salud Pública y el Centro de Orientación e Investigación Integral (COIN).

La Unidad de Vacunas inició sus estudios con varios proyectos para prevenir el virus del VIH y el SIDA, – cuyo proceso sigue porque aún el mundo no ha logrado ese objetivo en salud- y que se extendió a otras afecciones (como la Chicungunya, que se investiga actualmente para dar con una vacuna efectiva) y a estudios participativos en grupos de alto riesgo: trabajadoras sexuales que viven con VIH, personas que usaban drogas inyectables, hombres que tienen sexo con hombres, grupos de mujeres transgénero (las más férreamente discriminadas dentro de estos colectivos) hasta llegar a la propuesta Abriendo Puertas, un modelo de intervención social que mostró, a partir de seleccionar grupos pequeños de estas minorías, cómo se puede elevar el autoestima y la dignidad de estos, siempre que se les trate con respeto y una actitud social adecuada.

Sobre todo en el caso de las trabajadoras sexuales, calculadas entre 60 y 100 mil, se logró resultados de reconstrucción de una mejor autopercepción y una actitud social nueva, cuando es el respeto lo que guía las acciones sobre ese grupo de mujeres. Este último es probablemente, el aporte más importante de la Unidad de Estudios de Vacunas.

Los 15 años de la Unidad de Vacunas, que se han conmemorado con una jornada científica de dos días, deben constituir un orgullo dominicano y debe servir para poner atención al trabajo del grupo de hombres y mujeres que le han dado sentido a un trabajo tan importante, tan ético y tan necesario.