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¿Cómo es vivir con el síndrome de la cabeza explosiva?

¿Cómo es vivir con el síndrome de la cabeza explosiva?

Helen ThomsonBBC-“Primero un súbito aumento de ruido, luego una profunda y disonante explosión de sonido, un chisporroteo de electricidad y un destello brillante en mi visión, como si alguien me hubiese encendido un foco frente a la cara”.

Así describe Niels Nielsen lo que se siente vivir con el “síndrome de la cabeza explosiva”, una desagradable y, a veces, aterradora sensación.

Otros la describen como una bomba que explota al lado de sus cabezas cuando caen dormidos.

A veces pasa solo una vez en la vida. Para otras personas sucede en muchas ocasiones a la noche.

El trastorno fue descrito por primera vez por el médico Silas Weir en 1876 cuando se refirió a dos hombres que sufrieron lo que él llamó “descargas sensoriales”.

Los sujetos lo describieron como escuchar “campanazos” o un “disparo” que los hacía despertar.

A pesar de su provocativo y fascinante nombre, el trastorno ha sido investigado poco.

Sin embargo, ahora existe una teoría de que la condición y sus relacionadas alteraciones del sueño pueden ayudar a explicar fenómenos culturales aparentemente no relacionados, como los orígenes de secuestros alienígenas, teorías de conspiraciones gubernamentales o historias sobre demonios sobrenaturales.

Ni tan rara

Esa experiencia nocturna no es tan extraña como podrías pensar.

En un estudio cuyos resultados se publicaron el mes pasado se le preguntó a 211 estudiantes si habían tenido la experiencia y el 18% respondió afirmativamente.

Hombre
La experiencia no es tan poco común como se podría pensar.

Aunque en este punto hay que aclarar que esa muestra probablemente no refleja su verdadera prevalencia pues los estudiantes son propensos a la falta de sueño, un factor que, se sabe, aumenta el riesgo de experimentar el fenómeno.

“Si tienes cualquier tipo de interrupción del sueño como insomnio o ‘jetlag‘ entonces puede que tengas más probabilidad de experimentar la condición”, dice el profesor adjunto de psicología de la Universidad de Washington State Brian Sharpless, quien encabezó el estudio.

“El estrés y la tensión emocional también están asociadas con una creciente incidencia”.

Apagón repentino

Las teorías sobre la causa del síndrome de la cabeza explosiva son especulativas, sostiene Sharpless.

Varias ideas han tratado de explicar su origen, incluyendo trastornos del oído y convulsiones epilépticas parciales.

Sin embargo, la teoría más fascinante sobre la condición surgió de algunos estudios hechos con personas a quienes se les monitoreó la actividad del cerebro durante la noche.

Ese puñado de estudios sugieren que, quizás, pueda existir un estallido de actividad neuronal en el cerebro que coincide con la explosión.

Por lo regular cuando vamos a dormir nuestro cuerpo se apaga y se paraliza de manera tal que no actuemos realmente nuestros sueños.

Durante esta transición de pasar de estar despiertos a estar dormidos, el cerebro normalmente se va desactivando poco a poco, dice Sharpless.

Sin embargo, en el síndrome de la cabeza explosiva hay una interrupción en la “formación reticular”, la parte del cerebro responsable de supervisar ese apagón general, lo que resulta en un atraso en desconectar algunas áreas.

Esa demora está asociada con una supresión de las ondas del cerebro alfa normalmente responsables de la somnolencia, y un súbito estallido de actividad neuronal en las zonas del cerebro responsables por el procesamiento del sonido.

“Pensamos que las neuronas están disparando todas al mismo tiempo”, señala Sharpless, destacando que eso provoca la sensación de una explosión en tu cabeza.

“Para mí esa teoría tiene sentido”, dice Nielsen.

“Siempre la experiencia se ha sentido eléctrica en su naturaleza. La sensación de una explosión está acompañada de un sonido muy fuerte en mis dos oídos, como si hubieses cruzado dos cables en un circuito y los unieras”.

 

Sharpless dice que algunas personas también sienten un aura de sensaciones eléctricas que se desplazan desde la parte inferior del torso a la cabeza, inmediatamente antes de que ocurra la explosión.

“Se siente como un cortocircuito”, sostiene Nielsen. “Sientes como la corriente pasa a través de ti”

Aunque no hay un tratamiento que lo detenga completamente, los antidepresivos reducen la incidencia del fenómeno, algo que también logran las técnicas de relajación y antiestrés.

Sueño paralizado

El síndrome de la cabeza explosiva está muchas veces ligado a la parálisis del sueño, otro espeluznante desorden del sueño en el que uno se siente como si estuviese despierto, pero sin poder mover el cuerpo.

Sharpless cree que ambas experiencias podrían explicar algunos eventos aparentemente sobrenaturales.

Tanto la parálisis del sueño como el síndrome de la cabeza explosiva parecen compartir un problema subyacente en la transición entre estar despiertos y dormidos.

En la parálisis del sueño, partes de tu cerebro están sumidas en “sueño de movimientos oculares rápidos o REM”, que es el tiempo durante el cual soñamos más, mientras que, paralelamente, hay zonas de tu consciencia que se han despertado.

“De manera que tienes la parálisis del cuerpo y el contenido de los sueños de REM, pero estás consciente”, señala Sharpless.

“Es como tener un sueño mientras estás despierto. Lo que asusta es que escuchas y sientes cosas tan reales como lo son durante el día, pero lo que sucede es completamente alucinatorio”.

Demonios y abducciones

Tómese la experiencia de Haruko Matsuda (nombre ficticio) una joven japonesa que padece parálisis del sueño.

“Sentí como si algo me presionara el pecho, así que abrí los ojos. Escuché a alguien gritar…y sonó como si fuese exactamente detrás de mí oído”, relata.

Estudiante
Los estudiantes son propensos a la falta de sueño.

“Pensé que era un fantasma. Me gritaba que me iba a matar. No me podía mover y tenía mucho miedo”.

En la Edad Media, los síntomas de Matsuda podrían haber sido atribuidos a demonios masculinos o femeninos – incubus y sucubus – que se sentaban en los pechos de las personas y las seducían para que tuvieran relaciones sexuales.

Más recientemente, personas que aparentemente se han quedado congeladas y deslumbradas durante la noche han responsabilizado de su situación a extraterrestres que las han secuestrado.

Al examinar esas historias sobrenaturales o de alienígenas, dice Sharpless, a veces se ven indicios tanto de parálisis del sueño como del síndrome de la cabeza explosiva.

“La gente puede sentir estas extrañas explosiones en su cabeza y puede que piensen que se les ha implantado algo en su cerebro. O sienten un aumento de electricidad y piensan que han recibido un disparo de algún tipo de nueva arma de energía”.

“No se pueden mover, pero escuchan y ven cosas extrañas, y piensan que han sido secuestradas”.

Nielsen, quien es ahora psiquiatra, dice que ha tenido episodios del síndrome de la cabeza explosiva en lapsos de pocos meses desde que tenía diez años y que ha experimentado parálisis del sueño dos veces.

Sin embargo, su mente científica lo ayudó a prepararse para el sentimiento de ansiedad.

“Siempre he tenido la tendencia de pensar sobre las cosas científicamente, así que incluso cuando era un adolescente me decía a mí mismo ‘oh, algo eléctrico está pasando en mi cerebro’, sin pensar demasiado en eso”.

“No me molestan para nada, pero si alguien ya tiene la tendencia de pensar sobre cosas paranormales, puedo entender como podrían sentirse atraídos hacia una explicación sobrenatural”.

El Nacional

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