Opinión

¿Como estamos educando?

¿Como estamos educando?

Con la reciente tragedia de Emely que impactó las más profundas fibras de nuestra sociedad, y otros casos más que vimos en la prensa, es momento de hacernos una profunda revisión como pueblo, como padres, como gobierno y preguntarnos cómo estamos educando a nuestros hijos.

Esta inversión de valores que no es exclusiva nuestra sino global, donde los valores éticos y morales son desplazados por el consumismo, el afán de lucro, la vida fácil, el enriquecimiento ilícito, la moda, siguiendo personajes cuya única virtud es la fama y el dinero, entre otras, son los contaminantes perniciosos a que a diario se ven expuestos nuestros hijos, donde muchas veces sus padres trabajan doble turnos para subsistir, dedicándole cada vez menos tiempo a sus familias.

Ni hablar de la paternidad irresponsable, del alto índice de divorcios y las corrientes liberales que pretenden sacar la religión de las escuelas, y fomentar en cierta forma una libertad que ya llega al libertinaje, los abortos, el homosexualismo, etc.

Esta responsabilidad recae sobre cada uno nosotros y de cómo estamos educando a nuestros hijos, qué supervisión y ejemplo les estamos dando, cuáles son sus gustos, quiénes son sus amigos, qué valores les estamos inculcando y sobre todo qué esperamos de ellos.

Los padres como máxima autoridad de un hogar deben velar por las buenas costumbres e incluso imponerlas cuando fuese necesario, es nuestra misión y deber principal de padres.

No podemos excluir de esta ecuación a las autoridades que como organismo rector de la sociedad que es como una gran familia, de predicar con el ejemplo, aplicando sus leyes con justicia y sin privilegios, velando por las buenas normas y costumbres de nuestro pueblo, fomentar y promover la enseñanza de los valores éticos, cívicos, morales y religiosos en nuestras escuelas y ahí nuestro amigo el Ministro Andrés Navarro, como va, está dando importantes pasos.

También no es sano permitir lo que atente contra nuestras costumbres en programas de radio y televisión, ni hablar del genero dembow en su mayoría con letras que no honran a nadie y que confunden las mentes de muchos jóvenes en nuestros barrios y de nuestro pueblo mayoritariamente cristiano.

A los padres jóvenes que aun están a tiempo de rectificar les digo que el peor regalo que pueden hacerles a sus hijos es la abundancia ya que la misma es mala consejera, que aprendan que en la vida la mayor riqueza es la humildad porque la misma es propia de los grandes hombres.

Ensenarles el valor de las cosas y que para alcanzar el éxito hay que ganárselo con el sudor y el esfuerzo, inculcarles la fe y el amor a Dios y sobre todo a ser agradecidos por todos los milagros que recibimos día a día de la vida. Juntos podemos hacer una mejor familia y una mejor sociedad. Es responsabilidad de todos.

El Nacional

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