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Conmemoran natalicio del fundador del Hospital Docente Padre Billini

Conmemoran natalicio del fundador del Hospital Docente Padre Billini

SANTO DOMINGO. Las autoridades del Hospital Docente Padre Billini conmemoraron el 179 aniversario del natalicio del fundador de ese centro de salud, con diversas actividades.

El evento inició con una misa, celebrada por obispo auxiliar monseñor Amancio Escapa, quien durante la Eucaristía llamó a las directivas del Padre Billini,  a continuar trabajando a favor de los enfermos.

Al finalizar la misa, la doctora Mery Hernández, Secretaria General del Colegio Dominicano, auguró éxito en el desempeño de las funciones  a las autoridades del centro asistencial y los exhortó a continuar imitando la labor del Padre Billini a favor de los pacientes de escasos recursos.

Para continuar los actos de este día, la directora del Hospital Docente Padre Billini, doctora Ysabel Menual y  otros miembros del staff del centro sanitario,  depositaron una ofrenda floral en el busto del Padre Francisco Xavier Billini.

La doctora Menual,  mostró su satisfacción por la colaboración recibida por parte del personal médico y administrativo del centro de salud y resaltó que esa buena disposición de los empleados del hospital rindió sus frutos durante el año que casi finaliza.

En el marco de los actos  conmemorativos del natalicio del Francisco Xavier Billini, fue inaugurada la galería de pasados  directores, la cual está localizada en el segundo nivel del centro asistencial.

Las autoridades del hospital que lleva el mismo nombre que su fundador, también inauguraron  la galería de pasados jefes  de enseñanza, hablando en representación de estos, la doctora Alma Bobadilla.

La ocasión fue aprovechada a demás,  para  colocar en las  salas del centro asistencial, biografías  de reconocidos galenos  que brindaron sus servicios en el Hospital Docente Padre Billini de la Zona Colonial, desde su fundación.

Reseña histórica de Francisco Xavier Billini

El sacerdote Francisco Xavier Billini,  nació en la antigua ciudad de Santo Domingo el 1 de diciembre de 1837. Su padre, Juan Antonio Billini y Ruse, italiano, fue comerciante, y su madre, Ana Joaquina Hernández y González, hija de padres dominicanos, nació en Cuba.

Desde muy joven se inclinó por la vida eclesiástica realizando sus estudios en el Seminario Santo Tomás de Aquino. Obtuvo la licencia de hábito en 1851 y fue ordenado sacerdote en Puerto Rico en abril de 1861.

Su primera misa, cuando retorna a Santo Domingo, fue oficiada en la Iglesia de Regina de Angelorum, el 9 de junio del mismo año. Simpatizante de la anexión de la República Dominicana a España, se expresó en favor de la paz a raíz de los sucesos de la Guerra de la Restauración y se marcha a Cuba en 1865 junto a su familia cuando los españoles abandonaron el territorio dominicano.

Su vida, sin embargo, preocupada siempre y dedicada al servicio de los más necesitados, lava la sombra de esa simpatía vergonzosa. De Cuba pasó a SaintThomas, donde se encontró con el general dominicano Gregorio Luperòn, quien le convence de regresar a Santo Domingo. Llegó el 1° de agosto de 1866 y se consagró, desde entonces, a la enseñanza.

Fue Director del Colegio San Luis Gonzaga durante 26 años. Prestó servicios en varias parroquias de diferentes localidades del país y en 1867 fue Vicario General de la Arquidiócesis de Santo Domingo. En 1869 funda la Casa de Beneficencia donde mantenía personas desvalidas, y crea varios periódicos entre los cuales se cuentan “La Crónica0” y “El amigo de los niños”. Establece además una Biblioteca Popular, para favorecer a las personas de escasos recursos. Dedicado a la caridad y a la enseñanza, no dudó en pedir ayuda a los gobiernos para destinarla a los necesitados.

En 1880 solicitó al Poder Ejecutivo, presidido en ese momento por el doctor Fernando Arturo Meriño y Ramírez, el edificio del Hospital San Andrés para dedicarlo a sus obras de beneficencia. Hoy día es un moderno hospital que lleva su nombre.

Entre sus actividades se recuerda la fundación de la Lotería de la Junta de la Caridad cuyos beneficios eran destinados al bien social. A la hora de su muerte el 9 de marzo de 1896 pidió “Átenme, las manos y los pies… Acuéstenme para reposar así, con toda humildad.”

 

El Nacional

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