Opinión

Constitución desfasada

Constitución desfasada

La propaganda mediática auspiciada por el oficialismo siempre nos ha hecho creer que la Constitución actual es una Constitución “moderna”, porque supuestamente fue el producto de un consenso nacional al que se habría llegado antes de que fuera promulgada en el 2010.

Sin embargo, pocas veces se ha dicho que cuando funcionarios del Gobierno de Leonel Fernández andaban por todo el país dizque buscando el mentado consenso, la mayor parte de los encuestados, más de un 70 por ciento según cifras de entonces, opinó que la Carta Magna debería ser producto de una Asamblea Constituyente, no de una Asamblea Revisora, como ocurrió en el pasado y sucede ahora.

Pero, como siempre con las buenas intenciones, el doctor Fernández barrió de un plumazo ese anhelo popular, dejando intacta la Asamblea Revisora. Claro, eso le convenía políticamente a su Partido, porque los miembros de dicha Asamblea Revisora son representantes de partidos políticos, que llegaron a diputados y senadores gracias a millonarias inversiones económicas, algunas de dudosa procedencia.

Esto significa que, sencillamente, no representan los legítimos intereses del pueblo dominicano, que solo serían garantizados plenamente cuando la Constitución sea producto de una Asamblea Constituyente.

Una de las razones por las cuales decimos que la Constitución actual está desfasada, por ejemplo, es porque limita un eventual saneamiento de la Justicia. Siempre se ha dicho que el estamento judicial está plagado de jueces venales, que ponen en libertad a delincuentes de todo tipo movidos por el dinero, entre ellos a muchos acusados de desfalcar al Estado prevaleciéndose del ejercicio de sus cargos como funcionarios.

En efecto, en su artículo 151 de la Constitución actual dice:

“Las y los jueces integrantes del Poder Judicial son independientes, imparciales, responsables e inamovibles y están sometidos a la Constitución y a las leyes. No podrán ser removidos, separados, suspendidos, trasladados o jubilados, sino por alguna de las causas establecidas y con las garantías previstas en la ley”.

El legislador pretendió con eso garantizar a los jueces que no serían removidos por razones políticas, lo que representa sin duda una conquista. Pero también es una camisa de fuerza para un Gobierno que quiera adecentar la Justicia, despidiendo a magistrados ostensiblemente corruptos.

Cuando el país afronta amenazas internacionales por su política migratoria, el gobierno ni siquiera puede cumplir con el mandato constitucional que establece que ninguno de los poderes públicos organizados puede realizar o permitir la realización de actos que constituyan una intervención directa o indirecta en los asuntos internos o externos de la República Dominicana.

¿Ocurriría esto si la Constitución hubiera sido producto de una Constituyente? La respuesta es no.

El Nacional

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