Opinión

Corrupción e impunidad

Corrupción e impunidad

Oquendo Medina

(1)

El reclamo de nuestra sociedad es válido. Y el mismo señor Presidente lo ha manifestado en distintas ocasiones. Todos, absolutamente todos, coincidimos en que en nuestro país no puede prevalecer la cultura de la corrupción y la impunidad.

Y en verdad, toda persona juiciosa, sabia e inteligente, sea del gobierno o de la oposición, está rechazando y pidiendo a gritos el fin de la corrupción y la impunidad.

Unos lo hacen de manera abierta y, a ratos, desafiante; otros, quizás más conservadores, lo manifiestan con cierta prudencia y observando disimuladamente.
Pero lo innegable es que una causa los acerca, los une, los unifica.

Y es la causa del advenimiento de una sociedad más justa, más honesta, más rica en valores cristianos y morales, más ética y más transparente; menos corrupta y deshonesta, menos inmoral y malvada.

El tema de la corrupción y la impunidad no deja de ser apasionante e irritante a la vez. Quizás por eso, hablando claro, algunos actores políticos y de la llamada sociedad civil, lamentablemente, toman el camino que los lleva directo a la politización de tan complejo problema como es el de la corrupción y la impunidad.

La cierto es que la politización, la mediocridad, la manipulación, el fanatismo y la especulación, no son más que retrancas fastidiosas y bullosas que afectan, de modo directo, la lucha y persecución seria y profunda de estos desgraciados fenómenos.

El Nacional

La Voz de Todos