La evolución del golpe de Estado que destituyó al presidente Constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, ha sido convertido por la prensa de ese país en un acontecimiento de poco interés noticioso.

Las quejas del papel de los medios de comunicación hondureños en la crisis trascendieron por denuncias de las organizaciones democráticas, que fueron recogidas en el editorial de la fecha del periódico El Tiempo de Honduras.

Los acontecimientos al interior del país permanecen en el limbo para los hondureños, pues los medios de comunicación locales ignoran su obligación informativa, por colusión los más y por coerción oficial los menos, expresa el editorial.

Y agrega: Nunca se había sufrido en Honduras una violación tan profunda y masiva de la libertad de expresión, debido a la intervención gubernamental, ni en las más oscura época de franca dictadura.

En tanto, en República Dominicana la Confederación Nacional de la Unidad Sindical (CNUS), condenó el golpe de Estado contra el gobierno constitucional hondureño por considerar que representa una amenaza para el ejercicio democrático en la región.

La entidad sindical respaldó las medidas de aislamiento al gobierno de facto de Honduras impuestas contra los golpistas por la Organización de Estados Americanos (OEA), Sistema de Integración de Centro America (Sica), el Grupo de Río, la Comunidad Europea y los Estados Unidos.

Otro que se ha pronunciado contra el golpe de Estado es el presidente del área juvenil de la Copppal, licenciado Franklin Rodríguez, quien definió la acción como un intento de estocada a la democracia en latinoamérica.

Diversas organizaciones políticas y sociales de República Dominicana se han pronunciado contra la acción cívico militar que cercenó el sistema democrático en la nación centroamericana.