Opinión

CRÓNICA DEL PRESEN

CRÓNICA DEL PRESEN

Hugo Chávez Frías, hombre excepcional, heredero real y auténtico, como patriota y político, de Simón Bolívar, se fue de la vida dejando una herencia, por su conducta, difícil, muy difícil, de igualar en Venezuela y en otros pueblos de América. Quedará su recuerdo en la Patria que le vio nacer y a la cual sirvió con una devoción y entrega incuestionable, demostrando con su conducta que, como él dijo a Juan Bosch en lecho de muerte, merece en su persona el reconocimiento que hizo al gran maestro político de América cuando se despidió tomándole la mano y diciendo: “Adiós Juan Bosch, capitán de todos los tiempos”. Los dominicanos debemos agradecer al comandante  Hugo Chávez la admiración y el respeto que profesó e hizo público siempre, además de Juan Bosch, a Francisco Caamaño Deñó, glorioso e inolvidable prócer dominicano y Presidente Constitucional de la República en Armas, frente a la abusadora intervención militar ordenada por el gobierno de Estados Unidos de América, presidido por Lyndon Johnson.

Los que tuvimos la oportunidad de conversar en diferentes ocasiones con el comandante Chávez lo escuchamos repetir su admiración y respeto por el pueblo dominicano y los militares que lo dirigieron en 1965, en la defensa viril de su soberanía. Chávez estaba convencido que el ejemplo con su conducta que dieron los militares dominicanos a América, así lo expresó al autor de esta columna, confirmaban plenamente el homenaje y reconocimiento que Fidel Castro nos hizo cuando nos llamó “Pueblo legendario, veterano de la historia, David del Caribe”. Admitió el juicio que dimos de los acontecimientos en América de historia contemporánea, cuando afirmábamos que Velazco Alvarado en el Perú, Omar Torrijos en Panamá, René Schneider en Chile, Juan José Torre en Bolivia, Carlos Prats González asesinado en Argentina por órdenes del Plan Cóndor, fueron receptivos en su sensibilidad patriótica y así lo demostraron, a los sentimientos de dignidad y valentía de los militares dominicanos en abril de 1965.

¡Hasta siempre comandante Hugo Chávez! Tu ejemplo de solidaridad con los pueblos de América, hermanos del pueblo venezolano; el desprendimiento que tu sensibilidad fraternal te obligó actuar con la creación y puesta en ejecución del Plan Petrocaribe, no lo olvidaremos nunca. Y por suerte y para alegría de tus hermanos hispanoamericanos, tus herederos políticos civiles y militares, apoyados por la mayoría del pueblo venezolano seguirán conduciendo por el sendero glorioso que trazaste para honra de tu memoria, que cada día crecerá más en el recuerdo de los pueblos del mundo cuyos representantes, en admirable procesión de mayoría vinieron desde otras latitudes a darte el último adiós. ¡Hasta siempre, comandante Chávez! Legítimo, auténtico y eterno hijo de Simón Bolívar.

El Nacional

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