Opinión

CRÓNICA DEL PRESENTE

CRÓNICA DEL PRESENTE

Para los primeros días de abril de 1965 el levantamiento militar contra el gobierno de facto del Triunvirato estaba organizado; en términos de pocos días, cercano a la fortaleza que era asiento de la Tercera Brigada del Ejército en la ciudad de San Juan de la Maguana, se construyó una rústica pista de aterrizaje a la cual debía llegar un pequeño avión que transportaría a Juan Bosch y a Rafael Fernández Domínguez.

Esa pista se construyó por instrucciones de Caonabo Fernández, coronel del Ejército, comandante de esa brigada, hermano de Fernández Domínguez, y estuvo bajo la responsabilidad de un médico odontólogo, el primer teniente Luis Gonzalo González Canahuate, destacado en ese recinto militar. La fecha del levantamiento, al parecer, todavía no se había fijado.

Para ese momento los servicios de espionaje de los Estados Unidos se habían enterado, no con detalles, de las actividades del Movimiento Clandestino Militar. Aunque algunos dicen que un oficial del Ejército que no pertenecía al grupo de los conspiradores se había enterado y lo habría informado personalmente a Donald Reid Cabral, jefe del Triunvirato.

Reid Cabral hizo comparecer a su presencia al coronel Hernando Ramírez, cabeza militar de los oficiales constitucionalistas. Hernando Ramírez con la habilidad propia de su experiencia, engañó a Reid Cabral y lo convenció de que no era cierto el informe que había recibido. No obstante lo sucedido, se tomaron precauciones y se terminó de dar el toque final al levantamiento. Pero los norteamericanos convencieron a Reid Cabral y este ordenó al general Rivera Cuesta apresar tres oficiales del Ejército involucrados en la conspiración.

El teniente coronel Álvarez Holguín y los mayores Lora Fernández y Ramírez Sánchez eran oficiales con mandos ejecutivos en el asiento de la Primera Brigada del ejército.

Requeridos por el general Rivera Cuesta fueron apresados y acusados de participar en un movimiento subversivo para derrocar el gobierno de facto que dirigía la Nación; al ser informado el coronel Hernando Ramírez ordenó al capitán Peña Taveras y a otros miembros del Movimiento, que bajo el mando de éste trabajaban en la oficina del Estado Mayor del Ejército, que apresaran al general Rivera Cuesta y a los oficiales superiores que le acompañaban. 

 Fue a partir de ese momento que se inició el levantamiento de un importante sector de las Fuerzas Armadas que dio inicio al episodio político militar más importante en la historia del siglo XX de nuestro pueblo.

Episodio que tuvo una trascendencia regional y más tarde mundial, cuando se produjo, a partir del triunfo de los militares constitucionalistas apoyados por la mayoría del pueblo dominicano, la intervención militar ordenada por el presidente de  Estados Unidos de América, Lyndon B. Johnson.

El Nacional

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