Opinión

CRÓNICA DEL PRESENTE

CRÓNICA DEL PRESENTE

Cuando Juan Bosch fundó los dos Círculos de Estudios en el PRD, particularmente el segundo que se organizó especialmente para que el doctor Peña Gómez, “pusiera los pies en la tierra”, como dijo “El Viejo”, el futuro de la división estaba decidido, y es importante, muy importante, recordar esos momentos, porque la afirmación que el autor de esta columna viene haciendo hace años, de que “dos PRD no caben en el escenario político dominicano”, es la advertencia de que el destino de nuestro pueblo será totalmente diferente a lo que Juan Bosch quiso y avistó en nuestro horizonte, es la realidad de la desintegración de la nación dominicana y de su fusión con esa tribu gigantesca que todavía algunos ilusos, y otros que no son ilusos, llaman el pueblo haitiano, o la nación haitiana o el estado haitiano, cuando en dolorosa realidad de la vida, como categóricamente afirmó Juan Bosch, no es más que en correcto calificativo: “un conglomerado humano”.

Doloroso más que doloroso, trágico, es no ver la realidad que nos golpea de manera frontal, porque esa “fusión” que advirtió Joaquín Balaguer, sin agregar más nada a ese calificativo, está siendo aceleradamente propiciada por las ONG financiadas, espléndidamente financiadas, por Canadá, Francia y Estados Unidos; categórica afirmación que el autor de esta columna ratifica, como lo hacen también otras figuras públicas dominicanas, particularmente ese escritor, historiador, sociólogo, llamado Manuel Núñez, que ha llegado tan lejos en su responsable valentía, de señalar por su nombre a una periodista nativa que recibe dinero de esas ONG y de esos países que hemos citado, para repartirlo entre “periodistas” dominicanas y dominicanos, con el objetivo de imponer matices, presentando a lo que en realidad es “el peligro haitiano” como algo de secundaria importancia para nuestra vida.

Por eso preguntamos: ¿Hacia dónde vamos? ¿Hacia a dónde va a conducir el PLD a nuestro pueblo?, que ha ganado cuatro torneos electorales, que han permitido que la mayoría deposite en nuestras manos la responsabilidad de conducirlo. Seamos responsables guardianes de la confianza que se ha depositado en nosotros; los fundadores de la República, Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella y quienes les acompañaron en el episodio eterno que se proclamó el 27 de febrero; los restauradores de la República proclamada el 16 de agosto de 1863; y las mujeres y los hombres que ofrendaron sus vidas en ese largo camino de vicisitudes, de sacrificios y de heroísmos, que ha tenido su más simbólica expresión a partir del 24 de abril de 1965, con el inicio de la Epopeya Incompleta que conmovió al mundo en la defensa viril de la nación, estamos obligados, particularmente los peledeístas, de conducir al pueblo al destino hermoso, solidario y eterno, sin vacilaciones de ningún género. Solamente al cumplimiento de esa realidad y no a ningún otro destino que quieran los enemigos de la Patria, nativos o extranjeros.

El Nacional

La Voz de Todos