Ha transcurrido un año y quince días de la instalación del cuarto gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, tres de los cuales fueron presididos por el compañero Leonel Fernández Reyna. T
res gobiernos exitosos, no perfectos, y menos uno de los mejores del mundo, como afirman unos exagerados, que en términos reales, objetivos, modificaron sustancialmente la infraestructura física de la nación y que elevaron la capacidad de producción del pueblo dominicano, que le ha permitido arribar a la generación de un Producto Interno Bruto (PIB) que asciende a más de quinientos treinta y seis mil millones de pesos dominicanos, que representan aproximadamente trece mil millones de dólares; PIB que está por encima de los de otras naciones de esta región Centroamericana y del Caribe.
Por arriba de los mentirosos, difamadores y calumniadores que por los medios de comunicación acusan y critican al compañero Leonel Fernández y de las acusaciones que se maquinan contra un número apreciable de los dirigentes del más alto nivel del PLD, entre los cuales está el autor de esta columna, que advirtió hace más de dos años, cuando fuimos acusados sin pruebas, difamado y calumniado, por ese enjambre, de algunas mujeres y hombres, que hemos llamado La Caballería de Atila, que se había puesto en ejecución un plan auspiciado desde las fuerzas del exterior que gravitan sobre nuestro país, que persiguen impedir que el PLD siga gobernando la República Dominicana. En política son los hechos, no las palabras que determinan la verdad de las cosas.
Ahora corresponde al cuarto gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, encabezado por el compañero Danilo Medina, y así se ha comprometido el Presidente de la República, a continuar lo que está bien, corregir lo que está mal y hacer lo que nunca se ha hecho, y con esas promesas, que son realmente consignas, estamos comprometidos todas y todos los peledeístas sin excepciones de ningún tipo.
anilo ha comenzado bien, diríamos que muy bien, con buen tino, poniendo atención inmediata al reordenamiento de la producción agraria y atención a la educación, aunque el autor de esta columna no ha estado de acuerdo con el otorgamiento gracioso de cien mil millones de pesos al proyecto de alfabetización y otras obligaciones del sector educativo, sin que se creara una estructura de verdaderos técnicos en esa materia, para dirigir ese proyecto.
El único país de Centroamérica y el Caribe, ya lo hemos afirmado en números anteriores de esta Crónica del Presente, que produce el 90% o tal vez el 95% de lo que consume es la República Dominicana, y en esa dirección de aumentar la producción y su calidad, está orientado este cuarto gobierno del PLD que encabeza como presidente de la República el compañero Danilo Medina.
