En guardia
La revelación que hizo el presidente de la República, Danilo Medina, en su entrevista con representantes de los medios de comunicación, escritos, radiales y televisivos, en el sentido de que en La Habana, en la llamada II Cumbre de la Comunidad de Estados Centroamericanos (CELAC), se le había tendido una “encerrona”, ha venido a justificar toda la verdad de lo que por más de treinta años el autor de esta columna ha hecho público, a través de la prensa escrita y de los medios radiales y televisivos del país. Estados Unidos, Canadá y Francia, en el ejercicio de su temerosa y abusiva fuerza, económica y militar, han decidido llevar a las más extremas posiciones su proyecto de unificar la Isla de Santo Domingo, con el conglomerado humano que lleva todavía el nombre irreverente de República de Haití. Así lo confirma el plan o campaña internacional, que denuncia la FNP, organización aliada al PLD que preside el doctor Marino Vinicio Castillo.
Vincho, apodo que identifica a este eminente ciudadano de nuestro país, ligado al autor de esta columna por una relación de más de sesenta años, ha hecho público de que: “El anuncio de ACNUR, a través de su director Gonzalo Vargas Llosa, de que llevarán el próximo 17 de septiembre a Juliana Degguis Pierre a un cónclave internacional de apatridia, en la ciudad de La Haya, en Holanda, se suma a la acusación hecha por el Centro Kennedy, por ante el Congreso de Estados Unidos hace tres semanas”. Plan o campaña que tiene la intención de convertir a esta aventurera, oportunista, nacida en territorio dominicano, en una imitación risible, difamatoria y calumniadora, de aquella líder indígena guatemalteca llamada Rigoberta Menchú Tum, ejemplar mujer del grupo maya quiché, defensora de los derechos humanos, embajadora de buena voluntad de la UNESCO y ganadora del Premio Nobel de La Paz, (1992), y ganadora también del Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, (1998).
El anuncio de esa decisión lo ha hecho su director Gonzalo Vargas Llosa, investido como diplomático de los Organismos Internacionales, que reside en nuestro país, hijo de un Premio Nobel de Literatura, desertor de su ciudadanía peruana, engreído e irrespetuoso, autor del libro “La Fiesta del Chivo”, que difama y calumnia a las mujeres dominicanas, a los hombres que sirvieron al régimen de Rafael Trujillo Molina, a los hombres y las mujeres que les combatieron, al personaje histórico que gobernó el país por treinta y un años y al pueblo dominicano, “actor solitario de su historia, legendario, veterano de la historia y David del Caribe”, como lo ha bautizado desde hace años el gran líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz. El autor de esta columna ignora qué espera el gobierno dominicano para declarar persona no grata, al señor Gonzalo Vargas Llosa, y pedirle que abandone en el término de cuarenta y ocho horas el territorio dominicano.
Esta columna es una expresión de apoyo a la declaración del doctor Marino Vinicio Castillo, y de rechazo a las maniobras en el proceso de ejecución, de manera permanente y continua, que avalan los desertores de su nacionalidad, como lo son aquellas y aquellos periodistas, comentaristas y escritores que sirven a intereses de los enemigos de la integridad, la soberanía y la independencia de nuestro pueblo.
