Opinión

CRÓNICA DEL PRESENTE

CRÓNICA DEL PRESENTE

Inaceptable

 

Desde el momento histórico en que Rafael Trujillo Molina fue ajusticiado el 30 de mayo de 1961, fue puesto en ejecución, por la política regional del gobierno de los Estados Unidos de América en esta área del Caribe, un plan que tenía dos objetivos fundamentales: primero que la inmensa fortuna que Trujillo había acumulado a expensas del trabajo y sacrificio de la mayoría del pueblo dominicano, valorada aproximadamente en trescientos cincuenta millones de dólares de esa época, pasara a manos de inversionistas estadounidenses cediendo una parte ínfima de la misma, en términos populares “una colita”, al poder de la débil oligarquía dominicana, ignorante en términos culturales y en realidad de la vida, carente de sentimientos patrióticos. La segunda parte del proyecto estadounidense era proceder, valiéndose de todos los medios, a unificar la isla de Santo Domingo y convertirla en un pseudo Estado que aglutinaría al pueblo dominicano y al conglomerado haitiano.

Con lo que hemos dicho, que no es la primera vez que afirmamos lo que esta descrito en el primer párrafo de esta columna, la mayoría del pueblo sabe, incluidos mis enemigos intelectuales, que hace más de cuarenta años que advertí de esta maniobra en los medios de comunicación escritos, radiales y televisivos. Ese proyecto de los gobiernos estadounidenses ha encontrado a partir de entonces el apoyo de otras dos naciones de gran importancia en el escenario mundial, como son Canadá y Francia. Advertimos a Juan Bosch, nuestro líder, maestro y guía desde que fuimos designado su asistente personal en el año de 1970, que solamente una personalidad de su categoría mundial podía impedir que llegara a su ejecución ese nefasto, atrevido e irrespetuoso proyecto de unificarnos con el conglomerado humano haitiano, calificativo este del mismo Juan Bosch. Conglomerado significa en español: “masa formada por fragmentos…”

La indulgencia de nuestro pueblo, a la que se suma la tolerancia de nuestros gobiernos y las maniobras traicioneras de conspiración de una minoría comprada y al servicio de la política de Estados Unidos, Canadá y Francia contra nosotros, ha estimulado el atrevimiento de nacionales haitianos, que va más allá de donde deben llegar, mientras viven en nuestro país, o trabajan, o estudian, con la benevolencia de los dominicanos.

El viernes o el jueves pasado, corrió la noticia de que se quería realizar en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, propiedad del Estado dominicano, un homenaje al nacimiento o ajusticiamiento de Jacques Dessalines, quien proclamó el 1 de enero de 1804, la independencia de la Colonia Francesa de Santo Domingo, convirtiendo inmediatamente esa propiedad colonial en un imperio, proclamándose él, emperador del mismo.

Ese tirano, asesino, invadiría después la parte oriental de la isla, ejecutando una matanza en el Cibao Central y particularmente en el poblado de Moca, en la cual perdieron la vida hombres, mujeres, niños y ancianos en cantidad superior a las trescientas victimas. La memoria de nuestro pueblo no ha olvidado aquel agravio, y solamente debemos decir: honrar a Desalines, ¡Inaceptable, ahora, mañana y siempre!

El Nacional

La Voz de Todos