Cuarenta y un años después
Hoy lunes 15 de diciembre del año 2014, se cumplen cuarenta y un años de la fundación del Partido de la Liberación Dominicana, extraordinaria, valiente y dramática decisión tomada por Juan Bosch, en la etapa final de un año de histórica importancia en la vida de nuestro pueblo, porque en los primeros días del mes de febrero había desembarcado en territorio dominicano acompañado de un reducido grupo de seguidores el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, líder militar del Movimiento Constitucionalista, presidente de la República en Armas, que se había iniciado el 24 de abril de 1965, para reinstalar en la Presidencia al ilustre intelectual dominicano, que había ganado las elecciones el 20 de diciembre de 1962, con el apoyo mayoritario del sesenta por ciento de los votos depositados en las urnas electorales en aquel momento.
Juan Bosch, en la realidad de los hechos, había sentado las bases de la fundación del nuevo partido cuando organizó en las filas del PRD, dos círculos de estudios: el primero integrado por Antonio Abreu Flores “Tonito”, Milagros Ortiz Bosch, Rafael Alburquerque, José Joaquín Bidó Medina, Franklin Almeyda Rancier, José Rafael Luna “Cheché”, Hatuey De Camps y Diómedes Mercedes; y el segundo organizado a finales del año de 1972, cuando regresó al país el doctor José Francisco Peña Gómez, que había permanecido dos años en Europa. Este círculo estaba integrado además de Peña Gómez por Ramón Blanco Fernández, Norge Botello, Francisco Antonio Avelino García, Manuel Ramón García Germán y Barbarita Bosch Quidiello, hija del profesor. El autor de esta columna, quedó designado por Don Juan, como coordinador del mismo, y solamente se reunió en seis ocasiones, debido a que el doctor Peña Gómez caminaba en otra dirección en el terreno político, después de la muerte del coronel Caamaño y la mayoría de sus compañeros insurgentes.
Podemos afirmar, apegados estrictamente a la verdad de lo sucedido, que en el seno del PRD, expresión política deformada, incapaz de enfrentar los problemas que aquejaban al pueblo, nacía en ese momento una organización bajo la conducción, prudencia y maestría de Juan Bosch, que se oponía con decisión y firmeza a la situación alarmante que vivía el Partido. Han transcurrido cuarenta y un años desde esa fecha gloriosa y el Partido de la Liberación Dominicana, fundado en 1973, ha demostrado su incuestionable capacidad y experiencia para dirigir a este pueblo “legendario, veterano de la historia y David del Caribe”, por el camino correcto al que tiene derecho para su ordenamiento, desarrollo económico, educativo y social por el esfuerzo de sus luchas y el sacrificio de sus hijos.
Queremos advertir a nuestras compañeras y compañeros, que no se dejen engañar y arrastrar por los enemigos del pueblo, de Juan Bosch y el PLD, estimulando y motorizando las diferencias, que no son contradicciones económicas, sociales o políticas, de importancia, disfrazándose de abanderados de la anticorrupción y de las iglesias cristianas, sin importar para nada la verdad de esos hechos, porque con nuestra conducta estaríamos haciendo un servicio gratuito a los traidores que quieren ver desaparecer del escenario político dominicano la obra maestra de Juan Bosch, “Líder y Presidente Moral Eterno de la República Dominicana”.
