Opinión

CRóNICA DEL PRESENTE

CRóNICA DEL PRESENTE

¡Sin miedo, coño!

 

La última palabra que acompaña el título de esta columna tiene diferentes acepciones en España y otros países hispanoamericanos; los que quieran saber cuáles son esas, que la busquen en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española; aquí para los dominicanos hay acepciones diferentes que hacen sentir autoridad en su pronunciación porque significan amenaza, intimidación, valentía y decisión. Es de uso común y permanente tanto en las voces de mujer como en la de hombres. Mi madre, que era una dama distinguida, educada, hermosa y valiente, la usaba con frecuencia sin ningún rubor e hipocresía. Por esas razones, entre otras, la invocamos en el título de la columna, que lo que persigue realmente es llamar la atención al pueblo dominicano, como en innúmeras ocasiones anteriores, de que es lo que realmente está sucediendo.

No solamente es la campaña internacional, financiada por Estados Unidos de América, Canadá y Francia, contra la independencia y soberanía de nuestro pueblo que habita la parte Oriental de la Isla de Santo Domingo, que originalmente era una comunidad colonial de España, desde finales del siglo XV, y que la génesis de sus raíces están inmersas, allá en los inicios de siglo XVI, en los habitantes aborígenes, llamados taínos, los escasos españoles y sus descendientes que la habitaron, olvidados por la Monarquía Española y los negros esclavos que aparecieron en el escenario histórico de la Isla, en los primeros años del siglo XVI. Lejos, muy lejos, están los episodios excepcionales, ejemplares, valientes, que proyectaron en sus orígenes a lo que es hoy el pueblo dominicano.

A esa cobarde campaña contra nuestra independencia y soberanía, se suman ahora otras afirmaciones negativas. No solamente se nos acusa de racistas, explotadores de los haitianos y autores de crímenes contra los habitantes de esa desgraciada comunidad que habita la parte occidental de la Isla, ahora las autoridades de aduanas de Estados Unidos de América, imponen una veda a las frutas y vegetales de nuestro país, que se venden en el mercado estadounidense, esa veda que tiene como fundamento la existencia en la región Este de la llamada “Mosca del Mediterráneo”, y afecta según revela la Asociación Dominicana de Exportadores, (ADOEXPO), a dieciocho productos agrícolas, de los que produce el país. ¡Que no nos agredan tanto!, que este pueblo nunca ha tenido temor y los yankees, más que nadie, lo saben porque tienen presente lo que sucedió aquí a partir del 28 de abril de 1965.

¡Sin temor!, para los extranjeros y para los nacidos aquí, que le sirven a Estados Unidos de América, a Canadá y Francia, como agentes de promoción, autocalificándose de defensores de los Derechos Humanos y las libertades públicas, cuando la inmensa mayoría, casi la totalidad de nuestros compatriotas, sabemos qué persiguen los enemigos de esta nación forjada por el inmenso sacrificio de sus hijos, mujeres y hombres en lucha permanente, eterna, defendiendo los matices de nuestra personalidad como nación, profundamente convencidos de que no podemos olvidar ni traicionar jamás a los fundadores de la República de febrero de 1844, a los Restauradores de agosto de 1863, y a los patriotas militares y civiles que levantaron la bandera de la dignidad a partir del 28 de abril de 1965.

El Nacional

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