Opinión

CRÓNICA DEL PRESENTE

CRÓNICA DEL PRESENTE

¡Qué vergüenza y pena!

 

Qué vergüenza y pena!, el título de esta columna es realmente una expresión y mas que una expresión un calificativo que se merecen la Organización de las Naciones Unidas, las Organizaciones Regionales Europeas, la Organización de Estados Americanos (OEA), Ministerio de Colonias como la llamó Ernesto, Che, Guevara hace más de 50 años y a ellas deben sumarse las docenas de ONG regadas por el mundo y particularmente las ONG dominicanas, o las organizaciones de la llamada “sociedad civil” que como “perritos falderos, lambones y sinvergüenzas” realizan sus actividades en el escenario de nuestro país, convertidas y convertidos, quienes las dirigen, en vanguardia de agresión difamadora, calumniadora y mentirosa contra nuestro pueblo, especialmente cuando se discute o se habla de la desgracia del pueblo haitiano convertido, como dijo Juan Bosch, pura y simplemente, en un “conglomerado humano” .

¡Qué vergüenza y pena! sentimos al tratar el tema del problema de las inmigraciones de otros pueblos y regiones del mundo, en los momentos que se toca ese tema en el ámbito regional del Caribe hispanoamericano y particularmente con la República Dominicana. Hace poco tiempo visitó la isla de Santo Domingo, en la que están establecidas dos sociedades antagónicamente diversas, una comisión y ella fue organizada bajo la responsabilidad histórica de la OEA, haciéndose eco de esa campaña de descrédito que ha sido puesta en marcha contra nuestro pueblo y en la cual juegan un papel de “sabuesos engreídos” una risible, atrevida e irrespetuosa jauría que tienen bajo su responsabilidad la dirección política del pueblo hermano, como seres humanos, con el cual nos corresponde y estamos obligados a compartir el escenario físico de esta isla hermosa, tal vez una de las más hermosas del mundo.

Decimos vergüenza y pena, porque en diferentes medios de comunicación escritos, radiales y televisivos, se le viene dando seguimiento a la muerte masiva de emigrantes africanos que tratan de llegar a través del Mediterráneo a las naciones más civilizadas y desarrolladas del mundo, entre las cuales debemos citar a Inglaterra, Francia, Alemania e Italia. Reseña en su primera página del miércoles 5 de agosto del año en curso, el periódico “El País”, de España, que 2,000 inmigrantes han muerto ya este año en el Mediterráneo, quiere decir que en 7 meses cientos de mujeres, niños y hombres han terminado en el fondo del mar que ahora se conoce con el nombre de “Mare Nostrum” o “Mar de la Muerte” señalando la crónica citada que “La gran mayoría de las víctimas falleció en el Canal de Sicilia, la ruta mas peligrosa, que conecta Libia con Sicilia”; información que no puede ser puesta en duda porque está servida por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) dependiente de las Naciones Unidas.

Organización madre, bajo cuya responsabilidad están todas las organizaciones del mundo de esa naturaleza.
¡Qué vergüenza y pena! sentimos al darle seguimiento a la canallada internacional, llena de mentiras, de calumnias y difamaciones puesta en marcha contra la República Dominicana. Ninguna de las naciones europeas citadas en la introducción de esta columna acepta ya, bajo ninguna circunstancia, el caudal gigantesco de inmigrantes africanos que desean trasladarse a los países de Europa, muchos de los cuales durante siglos explotaron y saquearon a esos pueblos del continente africano.

Conducta que nunca en más de 100 años, ha puesto en ejecución el pueblo dominicano contra el “conglomerado humano” que es Haití. Este tema es inacabable en la realidad que estamos viviendo en estos momentos.

El Nacional

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