Opinión

CRÓNICA DEL PRESENTE

CRÓNICA DEL PRESENTE

¡53 años después!

Ayer 25 de septiembre se cumplieron cincuenta y tres años de uno de los episodios más funestos y trágicos en sus consecuencias, de la historia política dominicana. Ese hecho de consecuencias desgraciadas para el destino de nuestro pueblo, fue el derrocamiento por un golpe de Estado militar, del Gobierno Constitucional de la República, que se había instalado para dirigir a la nación el 27 de febrero de 1963; ese gobierno fue no solamente la expresión de la inmensa mayoria de los votos depositados el 20 de diciembre de 1962 sino, también, el deseo y la demostración responsable y viril de un pueblo que supo escoger entre los candidatos que habían participado en el proceso electoral, al que más condiciones reunía por experiencia, honestidad y comprensión de lo que era en términos sociales la familia dominicana: El profesor Juan Bosch Gaviño.

El candidato del Partido Revolucionario Dominicano, había vivido fuera de su país por cerca de 25 exiliado, militante y combatiente contra la dictadura de Rafael Trujillo Molina, que por 31 años había gobernado el país. Al momento de salir electo presidente de la República, Juan Bosch era conocido en el escenario hispanoamericano y otros lugares del mundo, como un notable escritor del género más difícil de la literatura que es el cuento.

Juan Bosch no estaba invitado a la fiesta de las elecciones que se prepararon inmediatamente luego del ajusticiamiento de Trujillo, ocurrido el 30 de mayo de 1961, porque al ser perseguidos y asesinados la mayoría del grupo de valientes que dispuso de la vida del agresivo dictador, la política regional del gobierno de Estados Unidos de América no solamente perseguía impedir que se estableciera un gobierno revolucionario y anti imperialista en nuestro territorio, sino muy especialmente, que la inmensa riqueza en propiedades y bienes que Trujillo había obtenido con el trabajo de nuestro pueblo, valorada en 320 millones de dólares de esa época, pasara inmediatamente a manos de inversionistas estadounidenses.

Más de medio siglo después todavía sufrimos las consecuencias de ese golpe de Estado, auspiciado por la política exterior agresiva de Estados Unidos de América, ofensiva que contó con la complicidad de la oligarquía criolla de aquel entonces, un pequeño grupo militar y el apoyo de la jerarquía de la Iglesia Católica en el país.

El profesor Juan Bosch, patriota, revolucionario, incuestionablemente honesto, expresión de un verdadero valor cívico, no pudo poner en ejecución el programa económico y social que había concebido y que estaba avalado por la Constitución de abril de 1963, que permitía que esa inmensa riqueza que Trujillo había acumulado a expensas del trabajo y el sacrificio de nuestro pueblo se utilizara para elevar su educación, garantizar su salud, el bienestar y la modernización de las estructuras físicas de la nación.

El Partido de la Liberación Dominicana y el gobierno que preside el compañero Danilo Medica Sánchez, tiene en sus manos el compromiso sagrado y permanente de conducir los destinos de este pueblo, sin temor y sin vacilaciones, por el camino que Juan Bosch, nuestro líder y guía histórico, quería que recorriéramos sin abandonarlo una sola vez. ¡Recordemos con cariño, gratitud y lealtad al gran maestro político de América: “Presidente Moral Eterno de la República”!

El Nacional

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