Opinión

CRÓNICA DEL PRESENTE

CRÓNICA DEL PRESENTE

Euclides Gutiérrez Félix

¡A buen paso!

 

El autor de esta columna que nació en Santo Domingo, viviendo nuestros padres en la calle Doctor Báez, entre la César Nicolás Pénson y la Moisés García, antes de cumplir los 10 años de edad fue a residir en Montecristi, porque Rafael Trujillo Molina, que era el jefe de nuestro país, ordenó la cancelación de nuestro padre que había sido capitán jefe de instructores del Ejército, subdirector del Centro de Enseñanza y comandante de las 25 Compañías de Armas Auxiliares.

En Montecristi no solamente residimos en el municipio cabecera, sino luego nos fuimos a vivir a una finca que no estaba sembrada de guineos todavia, que tenía el nombre de Jaramillo. Desde ese lugar asistíamos todos los días de la semana a la escuela primaria ubicada en La Cruz, de Palo Verde, escuela que se abrió para quien suscribe y que fuimos el primer alumno graduado en ella, que llegaba hasta el octavo curso y la dirigía una distinguida dama de Puerto Plata, llamada Isabel Miller de Pimentel, Chabela, que murió años después en un trágico accidente automovilístico bajando de la Loma Isabel de Torres.

Treinta y dos kilómetros diarios de ida y vuelta hacíamos a caballo, y ahí aprendimos lo que querían decir los caballerizos, que es cuando el caballo camina a buen paso, lo que realmente es un paso ligero y cómodo que no maltrata al jinete. Bueno, pues ahora creemos que el país va “a buen paso” en dirección de un camino que no tiene regreso y que es un destino doloroso y trágico para la nación dominicana.

Ponemos un ejemplo: las calles de la ciudad de Santo Domingo, la más antigua de América, fundada por los españoles, en cada esquina de todos su barrios de primera, de segunda, de tercera y de cuarta, tienen instalados ventorrillos que venden todas las frutas tropicales del país, que son propiedad de haitianos que han venido hacia la parte oriental de la isla desesperados por el hambre y la miseria que viven en lo que ya no es ni nación, ni Estado, ni república, sino como dijo Juan Bosch un “conglomerado humano”.

No queremos señalar de quién es la responsabilidad de esta situación, pero las alcaldías y la Policía no pueden ser ajenos a ella. “A buen paso” va nuestro pueblo a la conformación de una Junta Central Electoral que debe ser elegida por la mayoría del Senado de la República, integrado por los senadores del PLD, en favor de quienes el pueblo depositó sus votos y que poderes extranjeros y sus alcahuetes y servidores criollos, maniobran para poner en manos de supuestos profesionales independientes, cristianos y apartidistas, que allá en el fondo de su conducta son aliados y estimuladores de ese plan estratégico, malvado, financiado por los gobiernos de Estados Unidos de América, Canadá y Francia, que persigue convertir la isla de Santo Domingo en un supuesto Estado integrado por los dominicanos y los haitianos.

Le pedimos a nuestras compañeras y compañeros, militantes y dirigentes del PLD, funcionarios o no de nuestro gobierno, que no acepten bajo ninguna circunstancia que esa Junta Central Electoral la integren personas que han vivido a espaldas a las necesidades del pueblo y que, en la realidad de los hechos, todos, católicos o cristianos, sacerdotes o civiles, son asalariados y servidores de la USAID, funesta organización internacional al servicio de los intereses imperialistas estadounidenses.

“A buen paso” como vamos, nunca, “a buen paso” cambiemos el camino para no llegar al destino que los enemigos de nuestra nación han maniobrado, olvidando a este “Pueblo valiente, veterano de la historia y David del Caribe”.

El Nacional

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